Cifras develadas

Jorge García Guerrero

A pesar de que, en América Latina, así como en buena parte del mundo, la diversidad sexual se mantiene invisible en términos estadísticos. Ecuador ha dado un paso gigante al incluir esas cifras en el último Censo Nacional. Gracias a esta investigación, conocemos que 270,970 personas mayores de 18 años son parte de la población LGBTI+. De ellas, 22,851 viven solas (8.4%), 1,229 (0.5%) en hogares colectivos y 48 son habitantes de calle.

En Ecuador, no son pocas las familias en las que convive la diversidad, y ahora podemos contarlo: 249,687 hogares tienen al menos un integrante de la población LGBTI+. En el 44.6% de ellos, se trata del representante del hogar. Otra fuente nos dice que, desde 2019 hasta 2023 se han registrado 1,722 matrimonios igualitarios, de los que el 22% han terminado en divorcio.

Salvo raras excepciones, los organismos de estadística de la región se han resistido a incorporar variables que reflejen las diversidades sexo-genéricas, y cuando lo han hecho, ha sido por medio de estudios de caso. El censo ecuatoriano incluyó en su cuestionario preguntas que se basan en tres dimensiones: sexo al nacer, identidad de género y atracción sexual, la combinación de las respuestas devela el tamaño y la composición de la población LGBTI+ mayor de 18 años.

Los expertos apenas han comenzado a discutir cómo se debe registrar estadísticamente a los grupos LGBTI+. Incluso algunos miembros de la comunidad se han opuesto a incluirlos, argumentando que eso podría llevar a un encasillamiento y a una mayor discriminación. Mientras tanto, otros, la mayoría, consideran que los datos oficiales sobre la temática son una herramienta esencial para combatir la exclusión y promover la igualdad. Lo cierto es que, más allá de las cifras, la discusión a partir de estos primeros números convoca al debate, motiva el desarrollo de programas para la equidad y plantea preguntas para futuras investigaciones.