Noboa, cuesta arriba

Kléber Mantilla Cisneros

El presidente Daniel Noboa se ha visto envuelto en polémicas por sus declaraciones al periodista Jon Lee Anderson de la revista The New Yorker. Se podría pensar que le faltó tino al contar asuntos de seguridad, de familiares, y dar opiniones apresuradas sobre algunos mandatarios de la región. Si se parte de una descripción de la expansión del narcotráfico y la violencia en el país hay datos reveladores e indiscretos como el apoyo de inteligencia y seguridad que recibe de la CIA y el Mossad, israelí.

¿Un reportaje que permite reconocer al Presidente en variadas facetas, tal cómo decide y actúa en Carondelet o en su casa en Olón? ¿Admirador del presidente brasileño Lula, que el chileno Boric está maniatado por los grupos de izquierda pero él no; que el colombiano Petro es un ‘snob izquierdista’, que Milei es engreído y muy argentino, que el salvadoreño Bukele es arrogante en un país del tamaño de la provincia del Guayas y que López Obrador disparó la violencia con incremento en los carteles de Sinaloa y Nueva Generación con resultados mortales para Ecuador? En fin.

De ahí que la prensa local intente confrontar la versión de la revista sobre un supuesto atentado a cargo de una docena de sicarios que habrían cruzado la frontera para asesinar a Daniel Noboa. Esto sería a través de fuentes oficiales del Ministerio de Defensa y Policía que no han negado ni aceptado el suceso. Asímismo, despejar dudas sobre un interés en construir una prisión en la Antártida o las expresiones en torno al entendimiento entre militares de Manabí con narcotraficantes. Sin duda, estas declaraciones generan incomodidad entre los lectores del reportaje de Anderson. De su lado, la Secretaría de Comunicación ha dicho que las palabras de Noboa están ‘descontextualizadas‘; y, en tono coloquial.

La impresión, que deja la máxima magistratura del país, es un estilo de presumir su rol en el poder, su falta de experiencia y la escasa responsabilidad política frente a lo que un periodista publica. La imagen presidencial en el exterior requiere una revisión coyuntural, que la opinión pública lo visualice más; y, sobretodo, provocar un acercamiento con las agencias de noticias. Lo que se percibe es que la reelección es una prioridad a cualquier costo.

Todo en medio de desastres naturales; una crisis energética y petrolera, que complican la reactivación económica y la estabilidad política. Esto después del anuncio de la eliminación de subsidios a los combustibles. El fuerte temporal ha paralizado la producción del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y los apagones eléctricos continúan. Los sindicalistas y grupos sociales ya anuncian paralizaciones y el camino a la reelección se le complica a Noboa.

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