¡Alerta!

Paco Moncayo Gallegos

Una noticia advierte que Lima podría perder su calificación como patrimonio cultural de la humanidad. También Quito, la primera ciudad, junto con Cracovia, en constar en tan selecto registro, enfrentó una situación similar. En este caso por problemas de tugurización, falta de accesibilidad, deterioro de la infraestructura y de los servicios públicos, invasión del espacio público por el comercio informal y baja calidad ambiental.

Fue necesario el trabajo planificado de varias administraciones edilicias para evitarlo. Se hizo de la adversidad una oportunidad. Cuando el terremoto de 1987 daño gravemente la infraestructura monumental, se creó el ‘Fondo de Salvamento’ (Fonsal), mediante una Ley que le asignó el 6% del impuesto a la renta de los residentes en Quito; posteriormente, el Concejo Metropolitano creó, mediante ordenanza, la ‘Empresa del Centro Histórico’. A partir de entonces, se mantuvo un proceso sostenido y la Unesco calificó a Quito, en 2008, como un ejemplo a nivel mundial de “cómo se implementa la Convención de 1972”.

A partir del año 2000,  se intensificó el esfuerzo. Culminó la reubicación de los comerciantes informales, en 13 centros comerciales; se construyó los museos de Arte Moderno, de Cera, del Agua, de la Ciencia y Tecnología; los museos de sitio sobre el pasado indígena de Tulipe, Rumipamba y La Florida; se rehabilitó los teatros Sucre, Espejo, México y Capitol; se creó centros culturales en el Itchimbia, el antiguo Círculo Militar,  el viejo Hospital Eugenio Espejo y el antiguo Hospital Militar; se recuperaron 33 centros urbanos  en la ruralidad; y, en el campo del patrimonio intangible, hubo un ambicioso  programa  editorial, de la música y danza, la gastronomía y costumbres tradicionales. El programa “Pon a punto tu casa” permitió recuperar edificios patrimoniales que se utilizaban como bodegas y en actividades ilícitas, mejorando la habitabilidad.

Todo lo anterior significó un gran esfuerzo y logro para su principal actor, la comunidad quiteña.  Es un deber de la actual administración retomar esta práctica virtuosa de varias décadas, que dio muy positivos resultados y darle continuidad. Que la noticia sobre Lima sea una oportuna señal de alerta para nuestra ciudad.