La disonancia cognitiva

Rodrigo Contero Peñafiel
Rodrigo Contero Peñafiel

Rodrigo Contero Peñafiel

Cuando una persona sabe manejar su mente, la energía y funcionalidad de su cerebro se encuentran balanceadas y coherentes. Una función cerebral óptima permite que los pensamientos estén relacionados a la forma de vida que lleva el individuo. El cerebro siempre está generando energía como respuesta al modo en que pensamos, sentimos y decidimos; mientras más solucionemos nuestros problemas, más relación veremos en la forma de actuar de nuestro cerebro y podremos pensar con mayor claridad.

Cuando la energía del cerebro disminuye se pierde relación entre los dos lados y podemos caer en depresión, ser más impulsivos y tener el deseo de abandonar los problemas que se ponen difíciles, o simplemente el deseo de aislarse y no querer saber nada de nadie, ni del mundo que nos rodea. Cuando se recupere la energía cerebral volverá la coherencia y la habilidad para ver nuestros problemas con amplitud y claridad, lo que permitirá lidiar con ellos hasta encontrar la solución más adecuada. Es un error reprimir nuestras preocupaciones y hacer de cuenta que luchamos por solucionarlas y no pudimos. Por el contrario, crearemos incoherencias que con el paso del tiempo pueden conducir a problemas mentales y físicos.

Cuando se vive o se actúa dentro de un entorno restrictivo cultural, laboral o político, las personas toman conciencia del mismo y se dan cuenta que no se sienten bien, o tienen la sensación de que están actuando o haciendo solo lo que esperan que hagan o digan, caso contrario habrá consecuencias. En el recóndito de la mente se encuentra la verdad, la misma que saldrá a la luz solo cuando se pierda el temor a seguir viviendo con la mentira de hechos que marcan la vida de la gente que es reprochada por la sociedad.

La disonancia cognitiva, entendida como la discrepancia entre lo que sentimos verdaderamente y lo que decimos que sentimos o intentamos convencernos a nosotros mismos de que sentimos, refleja los niveles de energía en la mente no-consciente, donde residen nuestra inteligencia y nuestros recuerdos. En algún momento la persona deberá tomar la decisión de si se mantiene libre o cautiva y el valor que le da a la paz y la libertad de su mente.