Poder sin preparación

Rodrigo Contero Peñafiel
Rodrigo Contero Peñafiel

Rodrigo Contero Peñafiel

Ser candidato o llegar a ocupar un cargo público, cualquiera que este sea, sin tener un plan de trabajo es como viajar sin un mapa; se puede llegar al destino deseado, pero tomará más tiempo que el previsto. Los avances de la tecnología, la sobrecarga de actividades y el costo de estas pueden ser limitantes para quienes llegan sin preparación alguna a un puesto de trabajo.

La planificación estratégica es fundamental, así como un equipo de personas preparadas que entiendan y puedan llegar a los objetivos previstos en el tiempo apropiado. Un proyecto se lleva a cabo solo cuando la planificación del mismo reúne ciertas condiciones posibles y predecibles. Quien no piense así solo consumirá el tiempo y dará paso a la improvisación, corrupción y engaño para alcanzar los objetivos políticos propuestos, sean estos personales o del grupo que lo contrató como candidato, asesor o compañero de farándula.

Las tareas propuestas deben ser claras y hay que saber hacerlas. Cuando se presentan problemas hay que resolverlos con conocimiento, y no con la política del ataque y la mentira. Los pasos a seguir son claros y precisos y no se desarrollan de la noche a la mañana. Se requiere recurso humano competente, en lugar de vender o comprar puestos con tarifas establecidas por la familia o el equipo político al que pertenecen.

El trabajo de los políticos improvisados es carente de formación académica y, en ocasiones, de valores. Solo sirve para detallar las obras a ejecutarse, el avance de estas y las ganancias específicas para cada uno de los involucrados. Las metas suelen ser más amplias de lo normal, puesto que el desconocimiento de quienes llegan y ostentan el poder admite solo esmerarse en lo que les conviene o interesa. Hacer comparaciones con proyectos anteriores es de mediocres y muy frecuente para justificar el tiempo perdido del equipo de trabajo y costo de las obras.

Hay quienes llegan al poder sin tener un plan de trabajo técnico y ejecutable de interés común. Solo buscan llegar a ese espacio para entender superficialmente de lo que se trata y realizar supuestos trabajos que generalmente deben pasar por el control de quienes ofertan el cargo y fijan las tarifas.