‘Ecuador’s Risky War on Narcos’

Carlos Arellano

En el artículo ‘Ecuador’s Risky War on Narcos’, publicado por el diario The New Yorker, se relatan una serie de hechos ocurridos en los seis meses de gestión del actual presidente de Ecuador. En la nota, Noboa atribuye la transformación del país en un centro de acopio del narcotráfico a la dolarización y a la infraestructura vial y portuaria en buenas condiciones. Esta situación ha provocado, especialmente en el litoral ecuatoriano, una ola imparable de violencia y corrupción.

A raíz de varios hechos violentos ocurridos en enero, el presidente declaró un conflicto armado interno y calificó a las bandas narcodelictivas como terroristas. Noboa culpó al expresidente Correa por la ola de inseguridad que azota al país, alegando que la expulsión de la base militar estadounidense de Manta fomentó el narcotráfico. Además, entiende que, para sobrevivir políticamente, necesita menoscabar la influencia de Correa y de su movimiento político.

Desde la declaratoria del estado de excepción, las fuerzas de seguridad han realizado un considerable número de patrullajes, resultando en tiroteos y múltiples arrestos. Sin embargo, estas acciones han generado denuncias por posibles violaciones a los derechos humanos. Aunque Noboa ha defendido esta campaña, la Corte Constitucional de Ecuador ha cuestionado la falta de pruebas para justificar la declaratoria de este conflicto.

Por otro lado, las percepciones de elitismo del presidente lo mantienen en una desconexión casi total con las realidades del ciudadano promedio. Además, su imagen pública, reforzada por su estrategia comunicacional en TikTok, llena de simpatías juveniles, puede ser frágil y volátil. A ratos, el artículo sugiere que algunas de las decisiones del presidente las tomó para no perder popularidad ni su más reciente consulta popular.

Asimismo, el éxito empresarial de su familia y la educación privilegiada que recibió parecen haberle servido de poco en su escasa experiencia política, generando desventajas en la atención de escenarios complejos. Esta inexperiencia podría llevarnos a un conflicto diplomático entre El Salvador y Argentina debido a sus inoportunos comentarios respecto a los mandatarios de dichos países.

El liderazgo de Daniel Noboa está marcado por su confrontación al narcotráfico, su presencia en redes sociales y su lucha contra la inseguridad, pero también por las críticas y desafíos que enfrenta debido a su inexperiencia política y la desconexión con la realidad del ciudadano común. Su éxito dependerá de su capacidad para equilibrar la seguridad con los derechos humanos y de manejar hábilmente las tensiones políticas internas y externas.