La tierra sigue contaminada después de 9 años de un derrame de diésel

EVIDENCIA. Luego del derrame en el río Caple quedaron decenas de peces muertos, los comuneros afirman que fue producto del derrame.
EVIDENCIA. Luego del derrame en el río Caple quedaron decenas de peces muertos, los comuneros afirman que fue producto del derrame.

Luego del derrame de diésel ocurrido en la parroquia Cube, cantón Quinindé en 2008, se crearon cuatro escenarios social-ambiental: campesinos con parcelas afectadas; comuneros con deudas bancarias; estero Caple contaminado y 114 juicios contra Petroecuador; nueve años después la remediación e indemnización siguen pendiente.

Édgar Napa y Héctor Bone Gámez están entre los 114 demandantes. Recuerdan con claridad lo ocurrido el 23 de junio de 2008. Ese día una rotura en la tubería del poliducto Esmeraldas-Quito provocó contaminación al recurso tierra, agua y aire.

En la época, asegura Napa, los técnicos de la empresa responsable del derivado del petróleo habrían afirmado que con el anclaje de tubos en la zona afectada en máximo de cinco años la tierra volvería a su estado natural, promesa que, según los demandantes, difiere con la realidad.

No crecen los productos
“Sembramos tomate, sandía, choclo, pero luego de un tiempo se mueren, la tierra sigue contaminada”, asevera el finquero Bone Gámez, quien no está en la lista de los deudores a entidades bancarias, pero sí entre los que esperan recibir la indemnización para cambiar la siembra por la crianza de animales.

El mismo objetivo tiene su vecina María Mina. “Antes del derrame hicimos préstamos para sembrar, pero luego todo se perdió y nos quedamos con la deuda. ¡Por favor señores de Petroecuador, acérquense a nosotros e indemnizarnos! nuestras plantas no producen y queremos quedar bien con los del banco”, solicitó la mujer.

Asegura que para la subsistencia optaron por criar aves o cerdos y en ocasiones la siembra, pero la cosecha no siempre cumple su ciclo, por lo que temen que lo que han consumido haya estado contaminado.

DENUNCIANTES. Un grupo de comuneros de Cube decidieron hacer pública su problemática ya que afirman que están endeudados.
DENUNCIANTES. Un grupo de comuneros de Cube decidieron hacer pública su problemática ya que afirman que están endeudados.

Problemas en la piel
Los comuneros afirman que por el derrame sobre el estero sus hijos sufrieron problemas dermatológicos e intestinales. “Lo que sí nos dieron los señores de Petroecuador fueron tanques para guardar el agua y nos llevaban tanquero, pero fue solo un tiempo, después se olvidaron”, recuerda Edgar Napa.

Agregó que algunos dueños de tierra sí recibieron dinero para permitir la reparación del poliducto y del cambio de la tubería terrestre por aérea.

Cinco años después del derrame los afectados impulsan por separado juicios por daños ambientales. Pero con el tiempo piden que se trate en un solo expediente, pedido que según el abogado de los demandantes, Freddy Cuero Caicedo, fue atendido por el Secretario Relator el 26 de enero de 2015, para luego notificar al Presidente del Corte.

Acumulación de actos
“Por la economía procesal se solicitó la acumulación de actos (114) luego pedí que se convoque a la junta de conciliación, pedido que no ha sido despachado por el Presidente de la Corte. Por la falta de despacho lo recusé, pero aquello fue negado. He insistiendo e insistido pero nada… todavía”, detalla el jurista quien lleva el caso desde 2016.

Lamenta que acciones legales con más de cuatro años de vigencia sigan sin despacharse, pese a que, agrega, se está buscando una conciliación para que las 114 familias sean compensadas por el daño ambiental.

“La cuantía total es de aproximadamente 12 millones de dólares, valores que los peritos establecerán cuando debe recibir cada demandante”, precisa el Jurista.

LEY. El presidente de la Corte en Esmeraldas, Juan Francisco Morales Suárez, afirma que ha actuado en derecho en los casos atendidos.
LEY. El presidente de la Corte en Esmeraldas, Juan Francisco Morales Suárez, afirma que ha actuado en derecho en los casos atendidos.

114 demandas
Tras conocer la queja de los moradores y del abogado por el supuesto retraso en el despacho de las demandas, el presidente de la Corte en Esmeraldas, Juan Francisco Morales Suárez, informó que entre las más de las 400 causas que recibió el 14 de enero de 2016 cuando asumió el cargo, atendió las 114 demandas.

Detalla que su antecesor emitió la última providencia útil para prosecución de la causa el 8 de octubre de 2015. Al siguiente año él empezó con el despacho de abandono de las causas, amparado en el Código de Procedimiento Civil y Código Orgánico General de Procesos (Cogep); por coincidencia Petroecuador también pidió el abandono de las demandas.

“Declaré en abandono 113 casos (en 2016), no hubo nunca un recurso presentado en la vía jurisdiccional de aclaración, ampliación de casación o incluso una posible acción extraordinaria de protección.

Comuneros afectados
¿Es mi responsabilidad que no hayan apelado o que no hayan presentado un recurso para atender las demandas?”, se consulta el magistrado.

“¿Por qué uno quedó activo?”, preguntó este medio de comunicación al Presidente de la Corte, quien alegó que en 2016 se presentaron un pedido y por ende el caso estaba activo. Ante ello el abogado de los demandante cree no es procedente porque ya había la acumulación de casos.

Independiente a los litigios legales, las 114 siguen esperando la remedición de las tierras donde sembraron por décadas y la indemnización para emprender en cría de animales y pagar sus deudas bancarias que se originaron tras perder sus sembríos luego del derrame de diésel de 2008. (MGQ)