¿20 de marzo?

­LUIS LÓPEZ ESTUPIÑÁN

¿Qué recordamos los esmeraldeños el 20 de marzo de cada año? Quisiera que recordemos esa fecha con la admiración y patriotismo que se merece. Un día como ese, en la plaza Abdón Calderón de Cuenca, fue fusilado el más grande Héroe esmeraldeño, el coronel Luis Vargas Torres y en su honor el Parque lleva su nombre. Está situado en el corazón de nuestra ciudad, sembrado entre las calles longitudinales Bolívar y Sucre y las transversales 10 de Agosto y 9 de Octubre.

Allí yace con verdes sembríos, con una efigie, mausoleo levantado del héroe en el corazón mismo, mirando al infinito en posición de descanso, vistiendo una “guerrera militar” con el fusil sobre la tierra. Repito, el héroe mira al infinito, se arrulla con nuestras sirenas y campanas y su corazón se enardece, posiblemente al ver lo que rodea su gran historia, su parque central ‘20 de Marzo’, su Esmeraldas querida…

Esa legendaria Plaza es parte de nuestra vivencia diaria y de nuestra historia. Para el recuerdo, el monumento a Vargas Torres que está allí, fue inaugurado hace algunos años con la voz del gran internacionalista esmeraldeño Dr. José Vicente Trujillo. Pero, seguramente a Vargas Torres, como a don Juan Montalvo, el Cervantes de América, debió gustarles las flores, debió gustarles una hermosa vegetación, debió gustarles el orden y la pulcritud y obviamente la limpieza. Creo que flores no hay, creo que a la Plaza le falta vida, a lo mejor animales selváticos que quieren ser citadinos. Por ejemplo, las iguanas.

Le falta parterres bien cuidados con mansas y frescas lagunas con agua pura. Una iluminación moderna de tipo “led”. Por favor comisarios, que las mujeres encargadas del oficio más pobre del mundo, la prostitución, busquen otro sitio para sus citas. Nuestra iglesia, la hermosa La Merced, debe estar muy disgustada por aquello y por favor, autoridades correspondientes, que vuelva la Biblioteca Popular, que vuelva el buen trato para los pocos lectores de libros y que también se adecúen y se limpien las bancas, tipo mármol que adornan el Parque Central.

Allí pueden “twitear” quienes les gusta optimizar los servicios de teléfono inteligente. Por favor, miren que esos espacios, especialmente detrás de las bancas esté todo limpio. Allí deben de haber flores, plantas, jardines, pero, lo que encontramos en la mañana es excremento humano, que aquellas personas sin rumbo y sin norte lo dejan allí como una señal de descuido y de suciedad. Señor Alcalde amigo, disponga más guardianes para ese parque, ¡que es parte importante de nuestra historia!

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