Justo ahora o talvez cuando termine de leer este reportaje una mujer empezará hacer golpeada en Esmeraldas. Justo ahora o talvez cuando termine de leer este reportaje, ella irá a denunciar a su agresor: no hacerlo podría representar el inicio de su muerte violenta.
Lo que parece una hipótesis es en realidad lo que reporta el Foro de Desarrollo Integral de la Mujer y La Familia (Fodimuf), donde el año anterior, 613 mujeres denunciaron violencia psicológica y física. En los cerca de 10 meses de este año ya suman cerca de 490. La entidad atiende cada día al menos a dos mujeres que deciden confesar su tortura en el hogar.
“Por cada que denuncia, otras nueve callan”, precisa la presidente de Fodimuf, Ruth Quiñónez Castillo. Lamenta que se mantenga el silencio, pero destaca aquellas que deciden buscar ayuda, la que aumentan su autoestima a través de terapias psicológicas, talleres y el amparo legal.
Femicidio cada 50 horas
En lo jurídico entra el Consejo de la Judicatura que también recibe los casos que llegan al Foro. En 2016 la Unidad de violencia contra la mujer y/o miembro del núcleo familiar de la Judicatura en Esmeraldas receptó 1.099 causas, y hasta hace dos meses otras 647, pero el 50% de ellas buscan la forma de desistir de la denuncia.
En cambio el Juez trata que el acusado llegue al Tribunal y en menos de 10 días reciba una sentencia. En unos casos lo logra, pero en otros no. Cuando hay la evasión, en ocasiones el final del círculo de violencia es trágico.
Entre 2016 y 2017 la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased), acudió a siete procedimientos de mujeres asesinadas.
Ese delito desde agosto de 2014 tiene nombre: femicidio, se comete cada 50 horas en el Ecuador, según Geografía crítica, defensores de la equidad de género. Pero, ¿qué es la equidad de género?, para Jairo Palacios, papá y esposo, es la igualdad entre el hombre y mujeres.
¿Sigue el machismo?
“Todavía hay machistas que no deseas que la mujer crezca, y muchos llegan a matarlas. Por eso lo mejor es la comunicación en el hogar”, agrega el hombre. Con la igualdad coincide Carolina Quintero, pero destaca que decisión de las mujeres decidan prepararse académicamente.
“Una mujer estudiada tiene la mentalidad de crecer, además, ahora también trabajamos y eso nos ayuda a exigir nuestros derechos y equidad y no dejar que el hombre no sea el último en dar la palabra”, argumenta
Para saber
230 llamadas relacionadas con violencia de género receptó el ECU911 entre septiembre y octubreEn cambio Liliana Espinel enmarca a la equidad en el respeto de la sociedad hacia las personas con inclinación sexual diferente.
“No tengo porqué juzgar, somos seres humanos y todos tenemos derecho”.
Pero para Mercedes García la equidad de género es erradicar la discriminación social enmarcada por la cantidad de dinero, color o cargo laboral. “Muchos creen que porque alguien es de limpieza es menos, pues no: todos somos iguales ante Dios”.
En la Red de mujeres afro y diversas; y el Departamento de pueblos y nacionalidades del Municipio de Esmeraldas, la poca inclusión en el ámbito político, social y cultural de sus grupos, es la principal preocupación cuando hablan de equidad de género.
Mujeres son mayoría
La representante de ambas organizaciones Mary Quiñónez, cree que una forma de que las mujeres tengan mayor presencia es través del voto popular, debido a que, según los datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), el 50.18% o sea 6 millones 432 mil 597 de sus electores eran mujeres, y por ende pueden elegir a quienes realmente hagan cumplir la política pública de inclusión que está en la Constitución.
Dentro del grupo de la mayoría está Rosalda Añapa Martínez, quien se autodefine como indígena-chachi. Para ella la equidad se resume en una palabra: igualdad. Está convencida que sería mejor para su gente que se desarraiguen de la costumbre de que el hombre es más que la mujer, quien ordena en casa y el que tiene la última palabra.
“La educación me dio el poder, el poder de ser aceptada, por eso no me siento discriminada”, lo dijo con orgullo, la mujer que no es parte de la estadísticas de aquellas que en este momento están siendo golpeadas o aquellas que callan la violencia que empieza con frases despectivas, pasa al golpe, en ocasiones al acoso sexual y en ciertos casos a la muerte. (MGQ)
Protección en caso de
violencia intrafamiliar
Prohibición de acercamiento
Restricción de lugares
Prohibición de intimidaciones
Reintegro al domicilio
Boleta de auxilio
Custodia de niños
Porte de armas de los procesados
Salida de la vivienda del victimario
Pensión económica
Tratamiento psicológico
Orden de desalojo
26 años de cárcel por femicidio
Artículo 141 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) califica al femicidio, al resultado de relaciones de poder manifestadas en cualquier tipo de violencia, dé muerte a una mujer por el hecho de serlo o por su condición de género, quien lo haga será sancionado con pena privativa de libertad de 22 a 26 años.
La máxima pena se aplica con hay agravantes como: haber pretendido establecer o restablecer una relación de pareja o de intimidad con la víctima; exista o haya existido entre el sujeto activo y la víctima relaciones familiares, conyugales, convivencia, intimidad, noviazgo, amistad, compañerismo, laborales, escolares o cualquier otra que implique confianza, subordinación o superioridad.
Si el delito se comete en presencia de hijas, hijos o cualquier otro familiar de la víctima o se el cuerpo de la víctima es expuesto o arrojado en un lugar público.