Mamá de pescador: ‘cuando regresó volvió mi felicidad’

COTIDIANEIDAD. ‘Fátima’ en casa realiza sus actividades normales, pero, espera el pronto regreso de su hijo a la casa.
COTIDIANEIDAD. ‘Fátima’ en casa realiza sus actividades normales, pero, espera el pronto regreso de su hijo a la casa.

Tres días después de abrazar y besar a su hijo preso, ‘Fátima’ sigue en lo suyo, yendo al centro de abastos y calculando con un vaso metálico cada libra de arroz que venderá en su tienda de barrio. Hace tres días él llegó desde Estados Unidos junto a otros 32 más en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE-630) hasta la pista del aeropuerto de Cotopaxi.

Ese hijo que hace unos cuatro años se fue de su casa en Esmeraldas sin decir hacia dónde, hoy es parte de la primera repatriación masiva del Ecuador. Los 33 que vienen a cumplir su condena en su país acusados de presunto narcotráfico, son pescadores; por lo menos lo eran hasta antes de ser atrapados por guardacostas en aguas internacionales.

Aquel día que se fue el hijo de ‘Fátima’, todos en el hogar creyeron que iba a lo de siempre: ir hasta la dársena del Puerto Artesanal Pesquero de Esmeraldas (Papes) y desde allí zarpar al mar y regresar 24 o 48 horas después con la pesca para la familia, pero no, él no fue a pescar ni tampoco regresó.

Se cuadriplican los casos

Desde la huida pasaron dos meses de angustia para la mujer y los demás integrantes del hogar, ella en particular –afirma- desconocía dónde estaba su hijo, hasta que llegó la llamada desde Estados Unidos.

“Mami tranquilícese, estoy bien. Estoy detenido en Estados Unidos, pero no le puedo decir más porque acá todas las llamadas son grabadas”, fue todo lo que dijo durante esa primera comunicación internacional.

Después le reveló que estaba sentenciado por tráfico de drogas. Pero aquel adulto que ahora tiene 34 años, no es el único pescador ecuatoriano capturado en aguas internacionales, se estimaba unos 300 hasta mayo, pero en agosto “Estados Unidos reportó que ese número se ha cuadriplicado”, según la ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, Rosana Alvarado, quien estuvo en el recibimiento de los esmeraldeños y manabitas repatriados.

De Esmeraldas viajaron hasta Cotopaxi a recibirlos en un bus alquilado en 800 dólares por las madres, esposas y papás de los detenidos, quienes entre reunión y reunión lograron que sus parientes terminen sus condenas más cerca de casa. “Se que los van a traer a Esmeraldas”, manifestó ‘Fátima’ quien recuerda esos 20 minutos junto a su hijo el pasado martes.

El reencuentro

Refirió que mientras él era llevado desde la pista de aterrizaje el pasado martes a eso de las 21:30 o 21:45 cruzaron miradas, luego, de manera espontánea él le hizo desde el otro lado de un cristal la imagen de un corazón sobre su pecho al unir sus dedos pulgares e índices.

“Cuando estuvimos cerca me abrazó, estábamos felices. Le dije que lo quería”, narra visiblemente emocionada aquella mamá que también es parte del grupo ‘Familiares con esperanza’, creado para lograr en conjunto el regreso de sus parientes que sucumbieron ante la tentación del enriquecimiento rápido que ofrece el narcotráfico.

Pero ‘Fátima’ tiene claro que eso a su familia solo le trajo sufrimientos, momentos de soledad y la incertidumbre de saber si ese hijo volvería a aquella casa donde sigue faltando el dinero y ahora él que está preso, “lo bueno es que ahora regresó mi felicidad porque al menos lo tengo más cerca”, comentó. (MGQ)

SITIO. Desde la dársena del Papes arriban cada día decenas de pescadores, muchos de ellos han terminado en cárceles internacionales.
SITIO. Desde la dársena del Papes arriban cada día decenas de pescadores, muchos de ellos han terminado en cárceles internacionales.