Cada 20 o 25 segundos un hombre forma un lazo en el cabo verde que ágilmente desenvuelve de un rollo. Más allá, otro pescador con precisión y habilidad logra que un anzuelo quede firme en el nailon.
Ambos están en extremos diferentes del moderno Puerto Artesanal Pesquero de Esmeraldas (Papes), desde donde, cada día decena de pescadores zarpan en busca de los productos del mar; algunos regresan antes de las 48 horas, otros se quedan más de 72 y, algunos no han logrado volver.
Entre los desafortunados, están los que fueron atacados por los delincuentes del mar (piratas), a quienes no solo se les atribuye no solo los robos de lanchas y motores, perjuicio que en algunos casos los han llevado a quiebra, sino las agresiones físicas e incluso muerte de pescadores.
La esperanza
Sin embargo, aquellos dos hombres; el que forma el lazo y el que amarra el anzuelo, saben que este mes podría ser uno de los mejores del año, debido a que, la captura del dorado la realizan dentro de las 30 millas náuticas que legalmente están autorizados y, donde ahora la pesca está en proceso de abundancia.
“La libra está en 1,80 dólares, en tiempo de escasez llega casi a los cinco”, destaca Martín Arroyo encargado de los anzuelos en tierra. En el puerto también están los que compran el combustible, las provisiones alimenticias para los días en altamar y lo capturado; se estima que unas 23 variedades que llegan recurrentemente a la dársena donde 50 bodegas lo almacenan.
Los 23 tipo de productos como: corvina de roca, pargo, albacora, bonito sierra, cherna…suman unas 13.200 toneladas anuales, pero se estima que cerca de dos toneladas diarias de vísceras que se extraen de manera artesanal son arrojadas literalmente a la basura; lo útil es congelado en las bodegas.
Que los pescadores no sean los rectores del área eviscerado, les impide, por ejemplo, ser exportadores directos, dándole paso a dos exportadoras locales que comercializan el 20% de la producción esmeraldeña; el 10% adicional se quedan en para el consumo interno, y el 70% se va hacia otras ciudades y al exterior.
Sin valor agregado
“Aunque le parezca mentira, Quito exporta pesca fresca. Lamentablemente el valor agregado no lo estamos dando en Esmeraldas”, lo dijo en su momento administrador del Papes, Luis Speer Balanzategui.
Pese a esa realidad, en el Puerto Artesanal Pesquero de Esmeraldas se observa a diario a decena de hombres con botas, cargando pomas de combustible, limpiando sus lanchas, faenando pescado, riendo, caminando…repitiendo la rutina que en ocasiones es formar un lazo en un cabo que luego servirá de anzuelo para capturar aquel dorado que podría salvar la Navidad luego de un año de crisis. (MGQ)
Logística del Puerto Artesanal
50 bodegas para pescadores
16 locales comerciales
13 de comida
10 de artesanías
8 talleres y otras áreas
79.800 metros cuadros
