JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ
Imprevisto que no se puede resistir, producido por eventos naturales como terremotos o actos de autoridad pública. Nos estamos refiriendo a la monstruosa deuda internacional que irresponsablemente nos dejó Correa; ahora el nuevo gobierno, frente a una cruda realidad que no puede hacer uso de los recursos para financiar el presupuesto del Estado y las obras públicas, se ha planteado por un especialista en temas de deudas petroleras, que el Estado ecuatoriano debe declarar ante el mundo financiero, el argumento de la ‘fuerza mayor’, que le hace imposible cumplir con las obligaciones financieras de la deuda, especialmente con los chinos, cuyas obligaciones incluyen la preventa del petróleo ecuatoriano de manera anticipada por cerca de cuatro años.
Este argumento permite declarar la moratoria del pago de la deuda externa y compeler a los acreedores chinos a sentarse a la mesa de negociaciones, precisamente a renegociar el pago de la deuda que fue pactada a precios por debajo del costo que impone el mercado mundial y con intereses que sobrepasan el 10 porciento. Es decir, que el Estado tendría que invertir parte de los pocos ingresos internos como son los generados por impuestos, para cumplir la onerosa e inmoral deuda.
La actuación irresponsable de Correa nos dejó sobre-endeudados, sin que la pobre economía ecuatoriana pueda ser capaz de resistir tremenda carga, por lo que es imperativo recoger el principio universal de aplicar el concepto de fuerza mayor y decirle a los chinos que no podemos pagar esta deuda, pese a nuestro deseo, se nos hace irresistible el pago e imposible de cumplir.
Los chinos compraron petróleo que está dentro de los pozos petroleros, es decir, no es un producto cierto, objetivo, por tanto no cumplen los parámetros del contrato de compra venta, cuyo patrón demanda, entre otros requisitos, que el producto debe existir físicamente, mas no como una expectativa, debido a que el producto de lo vendido debe ser entregado objetivamente al momento del pago o transacción. No pago de la deuda a los chinos hasta renegociar racionalmente.