Ni bueno ni malo

Manuel Castro M.

El actual gobierno no es excelente ni nefasto, pues aún no gobierna y peor guía. Solo llegan a conclusiones definitivas en la religión y los que están cansados, conjetura Borges, pues él tampoco está seguro de nada, pues la duda está más cerca de la verdad, sostiene.

Hay una relativa paz social, que es más una señal de inmovilismo, o de algo que casi nunca se convierte en una realidad: esperanza. Un adelanto del gobierno ha sido el diálogo, que ciertamente es la forma de construir un tejido social, pero un diálogo además de un encuentro es una negociación y vemos que esta última no abunda, ni con los empresarios ni con los políticos de oposición.

Con los empresarios, hasta el momento no desmonta el manejo de la economía correísta o totalitaria, donde el Estado manda, hasta oye, pero a la final hace lo que viene en gana, unas veces por ideología y otras para mantener contentas a las dos facciones del partido oficial dividido.

Sabiendo que los problemas que nos acosan no van a desparecer en el futuro cercano, sin embargo el presidente Moreno, con un radicalismo digno de mejor causa, dijo que con la derecha no tendrá ningún acercamiento. Aparte de que se duda que exista una derecha mala y una izquierda buena, a la historia nos remitimos, es una pésima señal de que solo quiere el diálogo con sus pares, lo que le acercará a lo mejor a la Izquierda Democrática y a algún intelectual de pensamiento socialista. La justa batalla del diálogo es negociar con los que, a lo mejor, se está en desacuerdo.

El gobierno debe buscar estrategias para llegar a consensos nacionales. Una sola exclusión hace sectario a un gobierno democrático. Los cambios, por los que votó el pueblo, deben dirigirse a gobernar con distintas personas de las del anterior gobierno, sobre todo en lo económico y en política internacional. Cerrar los ojos ante nuestra crisis económica e ineficiente política internacional es fomentar la desilusión en el país. Finalmente hay que olvidar que en el Ecuador hay ganadores y perdedores, porque eso es fomentar enfrentamientos, donde ahí sí medran la ultra derecha y la ultra izquierda.