A los 14 minutos del segundo tiempo, del partido por la final del torneo organizado en beneficio de Gerardo Estupiñán y Miguel Angulo Chichande, el jugador Emir Gómez Zúñiga, agredió al árbitro José Mendoza, a quien le partió la ceja izquierda, luego que el colegiado lo expulsara del terreno de juego.
El problema se presentó cuando Gómez Zúñiga le reclamó al árbitro, por no haber sancionado dos faltas en contra de los jugadores del equipo de Asociación de entrenadores de Fútbol y Federación Deportiva, uno de los finalistas.
El árbitro primero le sacó la amarilla, como Gómez insistió en los reclamos, entonces fue expulsado, el jugador reaccionó y le pegó el puñete, fueron las explicaciones que daban los integrantes de los dos planteles.
Rechazo total
La actitud de Gómez fue criticada por todos los jugadores, incluidos los compañeros de su equipo. “En verdad que yo me metí a poner la paz para evitar el bochorno, en un partido benéfico, es criticable que se produzcan hechos de este tipo”, dijo Joaquín Palma, jugador de la Ribera.
Varios jugadores dijeron que el partido que era la final, no debió terminar de esa manera. Así opinaron Juvenal Sánchez, Tomás Preciado, Jimmy Blandón. Similar fueron los puntos de vista de las personas que vieron la agresión al colegiado.
El juez, con el rostro ensangrentado, corrió desde el lado de la general hasta la pista atlética, se sacó el reloj y desafío a pelear a su agresor, ante la mirada de quienes estaban en la tribuna, la oportuna intervención de los jugadores de los dos equipos, evitó que la situación pasara a mayores.
En medio de las críticas, hubo quienes opinaron que Emir es reincidente en este tipo de actitudes, ya que en el fútbol playero, también agredió a un árbitro, por este motivo fue sancionado de por vida, que no podía jugar más en ese torneo, sin embargo, la pena fue levantada. (KLR)