LABORES. En el muelle del cantón San Lorenzo, las actividades son normales, pese a que ha disminuido la cantidad de navegantes hacia Colombia y viceversa, los sanlorenceños siguen en su actividad diaria.NORMALIDAD. En el centro de la ciudad de San Lorenzo, los negocios realizan sus ventas con normalidad, en los horarios habituales. Por la crisis y los actos violentos no hay tantas ventas.TRASLADO. Como ocurría antes del atentado terrorista, el Terminal Terrestre de la ciudad de San Lorenzo, sigue recibiendo a diarios buses intercantonal e interprovincialSERVICIO. Entidades públicas y privadas, como el Municipio de San Lorenzo, trabajan con normalidad, pero con vigilancia policial.TRANQUILIDAD. La población norteña transita, conversa y trabaja sin mayores preocupaciones en el día a día.PROTECCIÓN. Personal del Grupo de Operaciones Espaciales (GOE) y Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de la Policía Nacional, da seguridad a la población.SEGURIDAD. La única gasolinera ubicada al ingreso de la ciudad de San Lorenzo, atiende a los usuarios con vigilancia militar y seguridad privada.
Un atentado con un choque bomba y tres enfrentamientos a tiros en las frontera norte, San Lorenzo-Colombia, no impiden que los sanlorenceños realicen sus actividades junto al río, en la urbe y oficinas. (DLH)
