QUININDÉ
El relleno sanitario municipal del cantón Quinindé se encuentra en un área de ocho hectáreas, ubicadas en la margen derecha de la vía a Esmeraldas a orillas de la red estatal y a menos de un kilómetro del centro poblado.
La presencia de aves carroñeras (gallinazos) es evidente en los interiores y también en los exteriores del basurero, lo que genera molestias en los conductores que pasan con sus vehículos por la red vial estatal.
“Al conducir por este lugar se debe tener mucha precaución, porque en ocasiones los gallinazos vuelan muy bajo y otros que se encuentran en los costados de la vía salen volando con el ruido de los carros y más de un parabrisas han roto estos buitres”, se quejó Luis Morales, conductor de un bus interprovincial.
Presencia molestosa
Diego Vivanco quien tiene su vivienda a unos 600 metros del relleno sanitario, aseguró que ya no llegan malos olores como en años anteriores, sin embargo, la presencia de los gallinazos sí es molestoso para quienes viven en el sector. “Deben contrarrestar a estas aves de rapiña que llegan, incluso, al patio de las casas”, narró Vivanco.
El jefe de desechos sólidos y residuos del Municipio de Quinindé, Leonardo Intriago, reconoció que los gallinazos se convierten en un problema para los conductores.
Refirió que está proyectado construir en los próximos días una nueva plataforma donde se colocarán los desechos y con eso se disminuiría la presencia de los gallinazos.
“Son cerca de 140 toneladas diarias de desechos que produce Quinindé, por lo que es muy complejo erradicar a cero lo malos olores en el área interna, que es lo que atrae a los gallinazos”, añadió Intriago.
Se aplica arena
Agregó que por eso constante se aplica arena en la celda que recibe la basura, se la compacta y con este proceso se disminuyen considerablemente los olores fétidos.
En la administración municipal anterior se firmó un convenio con la Unión Europea (UE) para separar la basura orgánica de la inorgánica, lo que no nunca se aplicó. (JAR)