LUIS LÓPEZ ESTUPIÑÁN
Después del malévolo ataque siniestral a un retén policial en San Lorenzo, cantón limítrofe con Colombia, bien parece que hay una siniestra planificación envolvente, que día a día viene acabando con vidas de militares, soldados y policías de la Patria. Lo de San Lorenzo parece fue la advertencia, porque a seguidillas se dio en Borbón otro ataque, luego se dinamitó vehículos y hace 24 horas, un poco más, se atentó con graves consecuencias un Destacamento en la parroquia de Mataje, colindante con territorios colombianos.
¿Qué está pasando con la seguridad ecuatoriana? ¿Dónde estamos fallando? Con razón o sin ella, el Presidente acabó con la Senain. Creo que esta organización de investigación era similar, guardando las grandes proporciones, con la CIA norteamericana o con la CFC rusa. Creo que nunca cumplió estas funciones clásicas de investigación que podrían tornarse una especie de espías preparados. Bueno, creo que la medida está dada, pero lo peor es lo que estamos viviendo, la planificación de graves ataques a nuestra integridad personal y policial que emana de desadaptados, concursantes en el camino de la miseria y del atraco, de la drogadicción y del desamparo que piensan que así van a dejar de ser perseguidos y condenados.
Esos malandrines que al parecer cruzan nuestras fronteras con mucha libertad, tienen que ser cercados, parados y apresados. Si son del país vecino, casi con 100 por 100% de seguridad, Colombia se encargará del proceso respectivo y de la prisión que la Ley señale. Si fuesen ecuatorianos los delincuentes y transportadores de la muerte, están comercializando con la vida de niños, de jóvenes y de muchos ciudadanos mayores de edad. Caramba, no es grato abrir el periódico y ver en el último ataque en Mataje, la muerte de tres marinos, soldados de la Patria muertos, otros mutilados y otro cortado sus brazos. Ellos, los malandros son ¡amigos de la muerte y la destrucción! Hay que pararlos a todo costo.