Urgente unidad de América Latina

Parece que a los presidentes de los Estados Unidos de Norteamérica les interesa muchísimo cómo marchan los gobiernos de América, especialmente del Sur y que si estos siguen o no el pensamiento de Simón Bolívar, aquel de hacer una América del Sur y del Centro una Gran Nación de esos países siguiendo el ejemplo de la Unión Europea. Ha habido, de hecho, en los últimos años intentos de unificación a través de diferentes organismos internacionales. El Banco del Sur es una gran idea para crear una institución bancaria crediticia con el aporte de las naciones que lo integren, lo que generaría trabajo y progreso.

Me recuerdo que alguna vez se le ofreció la Gerencia General de este Banco a un distinguido compatriota, expresidente de la República, el Dr. Rodrigo Borja Cevallos. Intentos. Hay alianzas de países como Colombia, Perú y Chile que intentan unirse a través del mar Pacífico. Se creó la Unasur, un gran edificio, bonito edificio con un costo de 54 millones de dólares. En Bolivia, se crea otro ente internacional y al mismo tiempo regional. La pregunta es ¿por qué nos dividimos tanto en tan variados proyectos? Venezuela, la Patria de Bolívar, gestor espiritual de esta unidad posible, atraviesa una dura crisis. No es el Gobierno libre y democrático que deseamos para esa Gran Nación los americanos del Centro y del Sur y aún los del Caribe.

Esa crisis debe pasar pronto y debemos enfrentarla con valentía para su pronta superación, porque Venezuela es el segundo país más rico de América del Sur y las transformaciones se hacen a través del dinero que puedan capitalizar los grandes proyectos. Estos cambios trascendentes e históricos no se hacen sin el dólar, sin la libra esterlina, sin el yen o de otras robustas monedas del mundo. Todo gira, entendámoslo por fin, a través de qué poseemos, de qué somos, con qué recursos contamos y a dónde queremos llegar al final.

Miren ustedes el gran desaire que hace el presidente Trump a Latinoamérica, cuando anunció asistir a Lima a la Octava Cumbre de las Américas y de repente, míster Trump, decide irse a Libia a seguir matando gente en una empresa miserable y de muerte que parece no tener fin. Ninguno de los expresidentes norteamericanos han faltado a las cumbres regionales del Sur. Cito a Clinton, a Bush, a Obama; ellos estuvieron presentes. ¿A qué le teme tanto el presidente Trump? Respondo, a una América unida, férreamente unida. Esperemos.

[email protected]