Mil 200 personas constaban en el censo que la directiva realizó hace unos tres años, para elegir a la directiva del barrio Nueva Esperanza Norte. En la actualidad hay incremento de población porque han llegado a vivir personas de Colombia y en menor cantidad de otras provincias, lo que pone al límite el sistema actual de alcantarillado.
Muchos moradores coinciden que la profundidad que se dejó en la construcción del alcantarillado no supera los 40 centímetros, además las aguas servidas y lluvias se juntan por el mismo sistema, provocando las inundaciones. “No solo son en épocas de lluvias, sino también cuando crece el río”, detalló Pablo Ciro Cortes, morador de Nueva Esperanza Norte, quien vive en el sector por más 40 años.
Además recuerda que fue Petroecuador hace 20 años, que mandó asfaltar las calles del barrio, y que desde ese tiempo acá ninguna autoridad ni nadie ha venido a bachear, la mayoría de las calles están destruidas.
Calles dañadas
Kathya Bone, pide que las autoridades no se olviden de este sector de la ribera del Esmeraldas que también es parte de la ciudad, “admiramos cuando hacen obras por otros barrios, pero el nuestro ha quedado en el olvido a pesar que pagamos nuestros impuestos y servicios básicos”.
El sector también sufre los problemas del daño de calles producto de los trabajos del proyecto de agua potable. “Llevamos unos seis meses que levantaron parte del asfalto para colocar tubería de agua, pero desde allí no han venido más, y ahora está mucho más dañada que antes”, precisó, Rodolfo González, quien vive en el sector hace 28 años.
El servicio de agua, llega tres días a la semana, donde deben abastecerse para el resto de la semana. A pesar de que se pueden observar las instalaciones intradomiciliarias que todavía no están conectadas a las viviendas, se cree que es el sistema viejo que aun los provee del líquido vital.
En positivo
En el barrio Nueva Esperanza Norte, no es novedoso ver los fines de semana a varios moradores organizados con escobas, palas y fundas recogiendo polvo, maleza o basura acumulada en las calles.
Asimismo la camaradería se refleja en los juegos de indor-fútbol de grandes y pequeños, y en ciertas ocasiones aún se mantienen los juegos tradicionales. La alegría en el sector es una de sus características, especialmente los fines de semana, en ciertas esquinas la música le da ese toque de algarabía al sector.
Mientras las personas con más edad, asisten a la capilla del sector para pedir y agradecer por lo favores brindados; otros albergan esperanzas en nichos con santos ubicados en los alrededores, todo en medio de un barrio que demanda de un mejor sistema de alcantarillado. (KOP)
VOCES
“También tenemos problemas de inseguridad, lo que perjudica mucho para los habitantes”
Rodolfo González
Morador
“Siempre que se rebozan las alcantarillas pedimos a los señores del agua potable que vengan y limpien para el agua siga su cauce y baje la inundación”.
Pablo Ciro Cortez
Morador
“Las autoridades deben tener más control o planificación en las obras, no puede ser posible que dañen y no arreglen”.
Kathya Bone
Moradora
“Deben arreglar las calles, se llenan de agua y lodo, y hay muchas enfermedades relacionado con el agua estancada”.
María Peralta
Moradora
