OMAR VALENCIA SILVA
Cuando hace aproximadamente 49 años llegué a Tumaco, el puerto nariñense en el Pacífico era totalmente distinto a lo que es actualmente. Con gente pacífica, trabajadora, amistosa, cordial pero desafortunadamente hoy por culpa del narcotráfico se ha convertido en una ciudad muy peligrosa, donde me cuentan que salir por las noches tiene alto riesgo.
En esa época la industria forestal estaba en su apogeo y se exportaban varias especies de madera aserradas y otras ya elaboradas, era el puerto colombiano desde donde más se exportaban estos productos y su riqueza forestal era grandiosa. Yo llegué a trabajar a una empresa maderera y entonces encontré un mundo inmensamente prodigioso y, además, aprendí mucho de la naturaleza que me llevó a deleitarme sobre los conocimientos que me daban los trabajadores que operaban conmigo. Ahora siento mucha nostalgia y tristeza por lo que está viviendo el pueblo tumaqueño que desgraciadamente sufre las acciones terroríficas de gente desalmada, que siempre piensa en hacer daño a seres humildes, porque en Tumaco no existen grupos de poder.
Siempre recuerdo que todas las semanas salía en una canoa con motor fuera de borda solo con el maquinista a pagar los salarios y a llevar los alimentos, nunca nadie trató de atracarme y todos sabían lo que yo llevaba. Estos grupos que asolan a Tumaco están patrocinados por el ELN y por el terrorista alias ‘Guacho’ disidente de las FARC, que le ha causado tanto dolor y sufrimiento a los poblados de la frontera colombo-ecuatoriana. Según medios internacionales, el 19 de abril de este año el ELN dejó sin luz a 270.000 personas de Tumaco y a otros municipios vecinos, porque dinamitaron las torres de energía que también hace tres meses ya las habían dinamitado, igual hacen con el oleoducto que trasporta petróleo entre Colombia y Ecuador, esto sucedió en el Municipio de Ricaurte, cerca a Tumaco en el mes de enero.
Razón tuvo el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, en no aceptar que los negociadores de paz entre el gobierno colombiano y este grupo narco-guerrillero se sigan reuniendo en Quito, porque no es posible que se hable de paz mientras este grupo siga haciendo la guerra al indefenso y sufrido pueblo, el ELN ya había hecho acciones terroristas cerca a Barranquilla y el Oriente colombiano. Por eso duele mucho lo realizado contra el equipo periodístico de El Comercio y el secuestro de los ciudadanos Katy Velasco y Oscar Villacís de Santo Domingo, atribuidos a alias ‘Guacho’.