Duele

CARLOS TRUJILLO SIERRA

“Como pedrada en ojo tuerto”, decían nuestras abuelas. Nos tocó a nosotros, a los de siempre. Nos faltan tres, no es soberbia, no es hipocresía, es solidaridad y caridad cristiana como les gusta a ustedes, de esa solidaridad que nos bañó o se encendió el 16 de abril de 2016 (en algún lugar siguen ocultos millones de millones de dólares ajenos, los que los guardan son ladrones irredentos). Los golpes fueron cercanos y en carne propia; ya no fueron las noticias repetitivas y sangrientas procedentes de Siria o Venezuela con esos gobiernos defendidos por nuestro gobierno negando y desmintiendo la solidaridad entre los pueblos.

No vale ningún grito de “basta” (y al sonar de aquel orgulloso “basta” nos volvieron a golpear). No necesitamos gritos destemplados ni golpes de pecho vergonzantes. Tenemos un culpable a la vista, el mismo gobierno que sostiene a títeres manejados a distancia. No soy yo, son muchísimos los que no hemos perdido la vista y nos negamos a usar orejeras de caballo de funeraria. Cuando a la dignidad reemplaza la prepotencia y ni siquiera divisan su responsabilidad, es hora de exigir la renuncia y el alejamiento definitivo de los incomparables y tercos (no llegan a ser maquiavélicos). Ministros de Defensa, del Interior y por dignidad y vergüenza ajena de Relaciones Exteriores. Y al Presidente de Colombia, tomémoslo con pinzas, con sus inteligencias dubitativas, recordemos la fuerza y claridad que usó para el bombardeo de Angostura, en pleno suelo ecuatoriano.

Duele oír los gritos y gimoteos del Presidente, está perdiendo el capital que se ganó con su tono mesurado, tolerante y amigable. El pueblo todavía le oye, le da espacio y tranquilidad, pero sus ministros no cumplen con sus órdenes: mucha falsedad en el trato a la educación y a los profesores, amenazas a los arroceros pobres del litoral que claman por su pan de cada día, no piden subsidios para carros de lujo o vestidos de marca, piden el pan diario (con trabajo devengado) para sus numerosos hijos. Presidente, si como usted dice fue revolucionario hace 40 años recuerde el idealismo de usted y de sus amigos en esos lejanos años mozos.

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