Con la condición que no publiquen sus nombres, para no tener dificultades, las madres de familia consultadas sobre la disposición que los alumnos, deben limpiar las aulas, emitieron sus criterios sobre el particular.
“No es que mi hijo no pueda barrer, pero si existen los auxiliares de servicio, deberían ser ellos los encargados de esta tarea, conozco que los conserjes ahora tienen otras actividades, una de ellas atender las puertas, pero ellos ni eso lo hacen”, manifestó la dama.
Agregó que a ella le ha tocado permanecer largo tiempo tocando las puertas de la escuela donde estudia su hijo y no hay quien los atienda, los auxiliares no están para recibirnos, eso tiene que ser corregido, ya que todos tenemos mucho que hacer.
Cuarto contrato colectivo
El literal ‘e’ del artículo 11, del Cuarto Contrato Colectivo, establece que los auxiliares de servicio de las unidades educativas a nivel nacional, no ejecutarán barrido y aseo en el interior de las aulas de clase, solo retirarán las fundas de basura en caso de haberlas.
Añade que su obligación será realizar la limpieza de patios, corredores, baños, oficinas, mensajería y puertas. Estas actividades se realizarán con la periocidad necesaria, conforme a un manual de funciones y evaluación aprobado entre las partes.
El Cuarto Contrato Colectivo fue firmado en Quito, el 24 de agosto del 2017, entre el ministro de educación, Fánder Falconí Benítez y los representantes del Comité de Empresa Único de Trabajadores, encabezados por Edwin Salazar Brito, secretario general. (KLR)
Fuera de la ciudad
Diario La Hora buscó el punto de vista de Santa Arroyo Rivadeneira, secretaria general del Sindicato de Auxiliares de la Educación de Esmeraldas y secretaria de Finanzas del Sindicato Nacional, pero no fue posible.
En la sede sindical, ubicada en José Joaquín de Olmedo, entre Abdón Calderón y Quito, informaron que había salido de la ciudad. Aunque a decir verdad, si existe de por medio un contrato colectivo, del cual ella es suscritora, su respaldo al mismo se da como un hecho.