Los trabajadores petroleros temen tanto por su vida, que en abril solicitaron al Gerente de Petroecuador que se les siga descontando los 35 dólares mensuales con la aseguradora que se comprometió a pagarles 52.500 dólares por muerte natural o invalidez total; 105 mil dólares por muerte accidental y 10.000 dólares por enfermedades catastróficas.
Los que no tienen un seguro similar a los obreros son los vecinos de la refinería de Esmeraldas, al sur de la ciudad. De acuerdo con reportes de compensación social de Petroecuador, destinaron 103 millones de dólares para obras en 33 barrios con 51.833 habitantes, por estar en su zona de influencia.
Basados en un pedido-convenio entre el Cuerpo de Bomberos y Petroecuador al que tuvo acceso Diario La Hora, la entidad bomberil no solo advierte que la refinería es de altísimo riesgo, sino que en caso de un incendio de magnitud, tanto la empresa como los bomberos no tendrían la capacidad de respuesta a un dantesco incendio.
Inversión por la vida
Un extrabajador del área contraincendios de la refinería, revela que en su momento se creó un estudio de riesgo denominado Hatsop, que entre otras recomendaciones prohibía que se construyeran casas a menos de 300 metros a la redonda de las esferas de GLP (siete en la actualidad), debido a que la explosión podría dejar sin vida a todo lo que exista dentro de ese radio.
En cambio, a 600 metros el daño sería auditivo y a 2.000 la onda haría daños menores. Basado en aquello y en ocho incendios y fugas de crudo de la empresa, los bomberos buscan que Petroecuador les otorgue 3’000.000 de dólares para responder a un incendio industrial de magnitud.
Afirman que con una autobomba industrial autónoma (agua y espuma); otra telescópica de gran alcance; tres de ataque rápido y materiales de rescate, podrían reducir el número de víctimas por un incendio que nazca en la FCC y que contamine las esferas de almacenamiento del Gas Licuado de Petróleo, de la principal refinería del país. (MGQ)