Esmeraldeño se aferra a la educación contra la exclusión

Políticamente el mayor logro de un esmeraldeño ha sido un ministerio. El primero en ocupar esa dignidad fue Antonio Preciado Bedoya, en Cultura, poeta y hombre de letras; luego, Pamela Morcillo, lideró el Ministerio de Deportes.

En el ámbito de Educación, internamente, la Universidad Técnica de Esmeraldas Luis Vargas Torres (UTE-LVT), volvió a tener el liderazgo de un esmeraldeño: Girad Vernaza Arroyo. En cambio, Eduardo Montaño, fue de los funcionarios con más años como director de la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero en Esmeraldas (Arch-E).

Gabriel Quiñónez, esmeraldeño, luego de obtener su título de comunicador social, pasó a la cadena televisa internacional Telesur de Venezuela. Entre los esmeraldeños que destacan a nivel nacional, pese a que ya no están vivos son: Nelson Estupiñán Bass, autor de su novela célebre ‘Cuando los guayacanes florecían’, y Luis Vargas Torres, prócer defensor de las libertades y derechos.

En formación

El deseo de superación académica de la juventud esmeraldeña se ve reflejada en los salones de clase. Por ejemplo, para el actual año lectivo se tiene 3.350 profesores para atender a una población educativa de 75.731 estudiantes.

En la educación de tercer nivel, el número de postulantes con deseos de profesionalizarse también va en crecimiento. En la única Universidad pública de la provincia la Universidad Técnica ‘Luis Vargas Torres’, más de 3.000 alumnos ingresaron al proceso de admisión. La preparación a través de modalidad a distancia también toma protagonismo.

Mientras que, jóvenes y adultos que no lograron terminar el bachillerato, ahora también optan por acogerse al plan de estudio que les oferta gratuitamente el Ministerio de Educación. Esas iniciativas educativas se ven reflejadas en esmeraldeños ocupando puestos jerárquicos y de mandos medios, mientras rompen estigmas sociales como que el esmeraldeño ‘es vago’. (MGQ)