Reclamos barriales

ATILIO RUGEL ALBÁN

La mejor etapa y mejor tiempo que busca el ciudadano marginado y que vive en lamentables condiciones donde todo le falta y que estamos hablando del cantón capital de la provincia, es cuando se producen las elecciones, porque parece que muchas obras que se pudieron hacer antes las reservaron buscando el factor impacto con que se engañó y se continúa esa corriente, para lograr votos que es lo que interesa no solo ahora sino desde tiempos pasados.

Vemos con mucho dolor que barrios que están a escasos metros de la refinería como es La Lucha de los Pobres, luego de presentar reclamos y audiencias donde el Alcalde, Empresa Eléctrica, Agua Potable, Gobernación y organismos que tienen que ver con el bienestar del pueblo como el Miduvi, Ministerio del Ambiente y otros, receptan documentos que les presentan pero que van a reposar en escritorios que casi nunca los abren y con una sutileza de exquisitos ‘mentirosos’ engañan y se burlan de quienes reclaman mejores días.

Allí vale aplicar el término “que son los verdaderos cara de tuco” que el pueblo los privilegió elevándolos a cargos que jamás pensaron y una vez estacionados allí no solo que le cogen gusto a la vida plena de satisfacciones, razón por la cual no quieren dejar ese ‘olimpo’ que los convierte en personas egoístas con falta de relaciones humanas y sus promesas llenas de habilidades con sentimientos vacíos, que los llevan por el camino que los encerrará en un círculo vicioso creándoles conflictos en su conciencia y quitándoles la paz interior.

Razón tienen los moradores reclamantes de expresar que la única herencia que tienen son las enfermedades que les deja en forma gratuita el procesamiento ‘del oro negro’, donde la contaminación del aire avanza hasta el centro de la ciudad haciendo difícil la vida por la contaminación que se produce. Y es que es insólito que teniendo una refinería que colinda con ellos la TV muestra cómo son sus calles llenas de monte con charcas de agua y lodo, con polvo contaminado, sin luz, sin agua, sin alcantarillado, sin pavimentación y para colmo, según revelan los padres de familia, con escuelas sin profesores.

Sería bueno que la torta se virara y que los malos administradores experimentaran solo por pocos días estas anomalías. ¡Qué bueno sería! Amables conciudadanos, no es menos cierto que en toda ciudad hay barrios marginales, pero de lo que conozco de mi patria, Esmeraldas es la más maltratada de todas y hoy con el problema fronterizo es que nos prestan atención como una lágrima que cae en el rocío del amanecer.