El común de los mortales

Cuando conocemos reportes sobre el empleo se tiene la impresión de estar ante un galimatías. Se dice que tantos dejaron el desempleo, pero a seguidas se añade que perdieron sus empleos otros tantos conciudadanos, que están afiliados a la Seguridad Social tantos, pero que no lo están muchísimos más. Desde luego que el INEC cumple (y bien) con ofrecer a la sociedad los resultados de sus investigaciones.

En concreto, nos enteramos que hay “un deterioro en el sector formal de la economía. Por lo que el empleo informal creció del 45% al 47,5% de los 8 millones de ecuatorianos económicamente activos”. Entonces, ¿estamos bien o estamos mal, mejor o peor de lo que antes se registraba en esta materia y en cuanto a la economía en general? Nuestra economía, ¿naufraga?, ¿su futuro es promisorio o catastrófico?

Se nos viene encima una avalancha de interpretaciones, en particular de economistas adscritos a escuelas diferentes, permeadas por las tendencias políticas de cada uno. Liberales y marxistas, de derecha o de izquierda, radicales y conservadores, con el gobierno o en contra de él, aparecen con sus diagnósticos en los medios y, al final, nos dejan casi siempre un sabor amargo acerca de nuestro porvenir.

Solo en el Ministerio de Finanzas se oyen voces alentadoras. No es que se dude, pero es un subir y bajar de cifras porcentuales que al “común de los mortales” le produce desconcierto, por no hablar de dudas. Ese “común de los mortales” es el que necesita orientarse adecuadamente y no vivir en la incertidumbre. La nueva Ley propuesta por el presidente Moreno dirá la última palabra.


No estoy seguro de quiénes son mis amigos. No puedo permitirme cometer errores”. Rick Atkinson Escritor y periodista estadounidense (1952)

Cualquiera que sea el tiempo en que se nace hay que embarcarse en la aventura de ese tiempo”. Alberto Vázquez Figueroa Escritor y periodista español (1936)