El gran secreto

Fredy Cueva Castillo

Después que se aprobara la Ley Orgánica de Educación Superior, la Constitución del Ecuador regula el ingreso a las universidades a través de un sistema de nivelación y admisión, con esto una buena cantidad de aspirantes a estudiantes se quedaron apeados de seguir una carrera universitaria, al menos en las universidades públicas.

Cuando me refiero a una buena cantidad de aspirantes es tácitamente eso, una buena cantidad, ya que la cifra oficial no la conozco, por mucho que la busco no la encuentro, ni en las páginas oficiales ni en las no oficiales, ni siquiera en el feisbu como dijera el pájaro Febres Cordero, sencillamente nuay.

Unos dicen que son 300 mil, otros más ilustrados dicen que son 600 mil y otros más anoticiados dicen que llegan a 900 mil los jóvenes que no han podido ingresar a la universidad, lo que si se conoce es que hay 12 mil becarios estudiando fuera del país, a esos si los tienen bien contados, así uno no quiera saber, uno termina enterándose de la existencia de este grupo estudiantes catalogados por la Senescyt como los más alentados.

Pero a qué se debe este gran secreto, por qué no se oficializan las cifras de ninis (jóvenes que ni trabajan ni estudian), como para cuando nos explican por qué existiendo hoy en día ocho veces más presupuesto para la educación del que había en el año 2006, hay tantos jóvenes que ven afectado su derecho a la educación.

Finalmente, y en medio del furor de la campaña electoral, el oficialismo propone crear 40 nuevas universidades o institutos tecnológicos para ampliar la cobertura, pero, no era más lógico haber empezado por ahí, antes de dejar sin estudio a tanta juventud, no era mejor comenzar por el principio, es decir, por la educación inicial, así como ocurre en la ingeniería, donde primero se construyen las bases para cimentar bien la estructura.

Tal vez así, hoy no estaríamos guardando secretos, sino, guardando esperanzas. (O)

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