Un antes y un después del 25 de abril de 2016

Ninguna obra de remediación que pueda detener el deslizamiento de las laderas de la parte alta del barrio 20 de Noviembre se ha construido en el sector, lo que lo mantiene vulnerable a nuevos movimientos de tierra.

Unas 45 familias perdieron sus viviendas producto del desprendimiento de tierra que las taponó con las fuertes lluvias registradas el 25 de enero de 2016.

Parte de las familias afectadas en un numero de 10 están albergadas en el excolegio del sector. Aún quedan vestigios de paredes de ladrillos de las casas de construcción de hormigón que en su mayoría se perdieron con el desastre natural.

Una de las moradoras del barrio, Rocío Caicedo, refirió apenada que sus vecinos, unos están en albergues y otros arrendando departamentos y casas., pero ninguno ha regresado al sector porque no tienen donde llegar.

Viven con temor

Ellos, que viven cercanos al sitio desbastado, dicen vivir con temor, porque con la llegada del invierno la loma puede volver a deslizarse.

Mientras que en el sector 50 Casas al sur de la ciudad de Esmeraldas, donde el desbordamiento de los ríos Teaone y el Tabiazo arrasaron con las viviendas y trastos de 17 familias, han transcurrido casi tres años y ellos siguen albergados en el excolegio de la Isla Piedad junto a la ribera del Esmeraldas.

En el sureño sector tampoco se ha realizado la obra fundamental que necesitan para no seguir siendo amenazados por las crecientes de los afluentes en mención, como los es el muro de escolleras en la ribera del sector.

Sin embargo, un tramo de la calle de acceso al poblado fue hormigonada por el Municipio, sin que la obra llegue a todos los habitantes.