Joao Carrillo Quintero juega el voleibol desde los 5 años

AMISTAD. Jéfferson Carrillo Quintero y Jéfferson Carrillo Tenorio, hijo y padre.
AMISTAD. Jéfferson Carrillo Quintero y Jéfferson Carrillo Tenorio, hijo y padre.

Desde muy pequeño, cuando apenas tenía 5 años de edad, acompañaba a su padre en las canchas de voleibol, como todo niño, inquieto y juguetón, comenzó a darle a la pelota, primero sin ningún sentido ni dirección, pero con el pasar de tiempo, recibió las primeras clases de este atractivo deporte.

Jéfferson Joao Carrillo Quintero, es hijo de Jefferson Carrillo Tenorio, uno de los constantes forjadores del voleibol en Esmeraldas, por medio de la Escuela de los Hermanos Carrillo. La mamá del deportista, Rocío Quintero Moreira, también practica esta disciplina deportiva.

Nacido el 21 de diciembre de 1998, se apresta a cumplir 20 años de vida, es alumno del segundo ciclo de ingeniería mecánica de la universidad Luis Vargas Torres; para acceder a la universidad, primero de graduó de bachiller en el colegio Salesiano.

Preseleccionado de Ecuador

Carrillo quintero ha vestido por tres ocasiones la camiseta Blanco y Verde, llegó a ser preseleccionado del Ecuador. Es el tercer hijo de los esposos Carrillo-Quintero, primero nacieron, Ana Cristina, de 27 años, y Katherine, que tiene 23.

Está metido de lleno a los entrenamientos, con miras a dos torneos, primero, la Liga Nacional, que se jugará el próximo mes de noviembre, que es un campeonato itinerante, se jugará en Quito, Guayaquil y Cuenca, organizado por la Unión de Voleibolistas Inconformes y Viciosos (UVIV) y el Sub-23, de marzo del 2019.

Se define como un jugador de fuerza, atacante por las puntas, de fuerte remates, aunque deja aclarado, que no siempre hay que utilizar la potencia, hay ocasiones que se debe recurrir a la técnica para colocar el balón donde no llegan los contrarios.

Padre ejemplar

El joven dice que siempre trata de poner en práctica lo que su padre le ha enseñado, durante los 15 años que lleva practicando el voleibol. “La constancia en el trabajo es pilar fundamental para ser un buen jugador, eso me lo inculcó siempre mi papá, un hombre ejemplar”.

Se confesó admirador del italiano Ngapeth, por su forma de jugar, lo califica como un voleibolista completo. Fue consultado si tenía preferencia por un deportista nacional, su respuesta fue negativa, ya que están a su mismo nivel.

“Ngapeth juega siempre con inteligencia, cada punto logrado lo celebra si como fuera el último, el voleibol hay que vivirlo con intensidad”, manifestó. Su plato favorito es el pescado frito y patacón.

TOME NOTA

En la actualidad, Joao, aparte de practicar el voleibol, junto con su padre, enseña este deporte a los más pequeños.