ATACAMES
Habitantes del recinto Quitito y sus zonas aledañas, recibieron formalmente una casa comunal que fue construida por el Gobierno Parroquial de Tonchigüe, cantón Atacames, con un monto de inversión de 14 mil dólares, siendo esta la primera obra de ese tipo que una administración parroquial construye en un recinto tonchigüense.
El acto de inauguración y entrega de la mencionada infraestructura, que está ubicada en el centro poblado de la comunidad, se hizo efectivo el jueves anterior.
“Es una obra que la hemos hecho con todo el amor del mundo, porque Quitito se merecía tener un sitio como este”, destacó la presidente del Gobierno Parroquial, Querida Holguín Ocampo.
Un lugar de todos
Agregó que no es la gran obra, pero que es un lugar que ahora es de todos y le pueden utilizar para reuniones, actos sociales e incluso como sala de velaciones.
Darío Rubio Vera, vocal del Gobierno Local, destacó que esta es la primera casa comunal que realiza una administración parroquial a favor de una comunidad rural. “En El Aguacate hay una infraestructura que la usan como casa comunal, pero esa fue ejecutada por el Gobierno para un centro infantil”, comentó.
Andrea Franco Velásquez, quien también es vocal del Gobierno Parroquial y su familia es de la zona de Quitito, ratificó lo dicho por su compañero Rubio, afirmando que la casa comunal que entregaron en Quitito es la primera que se hace con recursos propios del Gobierno Parroquial.
“Y lo decidimos así porque consideramos que era una justa petición la que ustedes estaban realizando al insistir en su construcción”, dijo la autoridad parroquial.
Beneficio
Varias de las personas que asistieron al acto de entrega e inauguración, efectuaron sendas intervenciones de agradecimientos y destacaron que la casa comunal, no sólo es de beneficio para quienes viven en la comunidad donde se ejecutó la obra, sino para quienes residen en recintos como Tillo Mocho, Partidero de Chipa, La Chonta, entre otros porque mayoría de las reuniones comunales las realizan en la comunidad de Quitito.
Efraín Franco, finquero de la zona, invitó a los dirigentes y comunidades a cuidar la casa comunal que, en ese momento, recibían, así como a darle el mantenimiento y las adecuaciones respectivas que requieran para mantenerla como un sitio digno de reuniones para los comuneros de la zona.