Poca captura y piratería no dan tregua a pescadores

PRODUCTO. El picudo, dorado, pargo y corvina son algunas de las especies más atrapadas por los artesanos, las mismas que son comercializadas dentro y fuera del cantón.
PRODUCTO. El picudo, dorado, pargo y corvina son algunas de las especies más atrapadas por los artesanos, las mismas que son comercializadas dentro y fuera del cantón.

Hace 20 años la pesca era considerada uno de los puntos fuertes de Esmeraldas. Así lo vivió Mauro Preciado, de 67 años, quien meditabundo en una de las bancas del parque central ‘20 de Marzo’, de la ciudad de Esmeraldas contó que hasta 100 libras de Dorado, mediante la pesca de línea, podía atrapar en un solo día.

De eso ya quedó solo el recuerdo, actualmente hasta 30 libras es lo que faena en una jornada de más de 12 horas. Sin embargo, no es la única problemática que le aqueja, su hijo Igor Preciado de 40 años, fue víctima de los piratas en altamar.

Dos motores fuera de borda le fueron los sustraídos mientras la barcaza navegaba el límite entre Ecuador y Colombia, cerca del cabo Manglar, donde sujetos armados los interceptaron y después de sustraerles la maquinaria, los dejaron a la deriva.

Operativos

Magno Bermeo, del Comando de Operaciones Norte en Esmeraldas, detalló que hasta el momento han receptado 176 denuncias de los pescadores, de los cuales 134 son de motores y 42 de lanchas.

De ellas, cuatro motores y siete embarcaciones han sido recuperados, de estas últimas, cuatro en Ecuador y tres en Colombia. Uno de los operativos realizado el pasado agosto, dejó como saldo a cuatro detenidos, tres de ellos fueron sentenciados a 70 días de prisión por el delito de receptación, mientras que el implicado faltante salió libre por no encontrársele pruebas en su contra.

Del mismo modo, la Marina hace un llamado a los afectados por estos robos, acercarse con el certificado de propiedad de la lancha o el motor, para su respectiva devolución. En casos de las lanchas detenidas en Colombia, a los dueños se les otorga un salvoconducto para navegar por aguas extranjeras y así retirar sus objetos.

Pesca industrial afectada

Desde las 06:00 hasta las 19:00, se extiende el trabajo de Carlos Alcívar, quien a sus 62 años, labora en una de las embarcaciones que realizan la pesca de cerco, él ha sido testigo de cómo una captura de hasta 2.000 libras de Dorado, hoy sólo el 20% de esa cantidad es pescada.

De la misma forma, cuenta que los piratas en altamar son su mayor amenaza y aunque la Marina, lleva a cabo los patrullajes, está alerta para no ser uno más de las cifras que reflejan las autoridades.

Para pescadores como Alcívar y Preciado, lo que más los entristece es ya no contar con la ‘cherna’, un pez que podía superar fácilmente los 40 kilos, pero debido a la sobreexplotación de grandes buques hoy ya no se lo puede encontrar.

Otro de los dilemas que aquejan al artesano, es la contaminación que los barcos de gran tamaño realizan en el mar. “El lastre, basura y hasta redes son lanzadas sin ninguna medida de limpieza”, afirma Preciado.

Protección a pescadores

Organizaciones como la Federación Nacional de Cooperativas Pesqueras del Ecuador (Fenacopec), generan proyectos y resoluciones a favor de los artesanos, quien con proyectos como las ‘8 millas’, hacen que su trabajo sea factible y competitivo con los demás.

“La Policía Nacional, y la Marina hacen fuertes llamados a los pesqueros para que denuncien el robo de sus naves o motores, puesto que la única forma de combatir los robos es mediante ellas”, así lo aclaró Oscar Mendoza, oficial de la Policía en servicio activo.