El desorden de TAME

Fracasos del Estado en la administración de empresas públicas en Ecuador suelen darse cada cierto tiempo y de manera abultada. Escandalosa fue la quiebra hace más de un cuarto de siglo de Ecuatoriana de Aviación, empresa de bandera del país. Ahora se destapa otro escándalo (que pudiera desembocar en una tragedia parecida) con TAME: entre 2012 y 2015, en pleno correísmo registró más de 200 millones de dólares en pérdidas, a razón de 100 anuales.

Una auditoría externa solicitada por la Contraloría comprobó que entonces su manejo operativo, administrativo y financiero fue notablemente irregular. ¿Cómo pudo ocurrir algo así en tiempos en que nos gobernaban “mentes lúcidas” y “manos limpias”? ¿Cómo explicar esas irregularidades cuando el país era liderado por un economista y no por los contadores de antaño, según se ufanaba en autocalificarse el aludido?

Los resultados de la auditoría hablan de la ausencia de sustentos de gastos e inversiones, inacción en el cobro de deudas y mala utilización de recursos, entre varias calamidades administrativas. Se dice, además, que figuras importantes del correísmo presidieron y fueron parte del Directorio de TAME. ¿Alguna de ellas responderá ante la Ley y ante sus compatriotas por semejante descalabro?

La economía y la política van de la mano, pero la una no puede subordinarse a la otra y viceversa. TAME parece haber sido víctima de esa falta de equilibrio y, sobre todo, de una irresponsabilidad y malicia supinas. A su alrededor las apetencias políticas, según se ve, se imponen a un recto manejo económico. Es tiempo ya de que alguien ponga cada cosa en su lugar.


En las dictaduras todo está muy desnudo, uno ve todo lo que no debe ver”. Herta Müller Escritora rumana (1953)

Las ideas solo son exóticas, para el que no tiene ideas”. Luis Cardoza y Aragón Escritor guatemalteco (1901-1992)