En el carril correcto

LUIS COELLO KUON YENG

Ian David Long, el exmarine que mató a 12 personas en el bar Borderline de Thousand Oaks, California, ha revivido el debate acerca del porte de armas en los Estados Unidos. En ese país la Constitución da permiso a los civiles a tener armas sin restricciones mayores, ni siquiera a aquellos que poseen alguna enfermedad mental. Tras este sangriento ataque el Colegio Estadounidense de Médicos manifestó que los doctores tienen la “responsabilidad especial” de advertir sobre las lesiones relacionadas con armas de fuego y que deben apoyar la “regulación apropiada de la compra legal de armas de fuego”.

Luego de esta publicación llegó muy rápido la réplica de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés) a través de su cuenta Twitter escribió lo siguiente en respuesta al artículo de opinión del Colegio Estadounidense de Médicos: “Alguien debería decirles a los médicos antiarmas que se enfoquen en sus propios asuntos y se mantengan en su carril”, es decir ¡ubíquense! La patóloga forense Judy Melinek, se unió a la protesta contra la Asociación Nacional del Rifle. Ella manifestó en su réplica: “me indigna que la NRA les dijera a los médicos que se mantuvieran en su carril. No pasa una semana sin que mi morgue vea la carnicería que ocurre a causa del fácil acceso de los estadounidenses a las armas”.

La relación única de Estados Unidos con la propiedad de armas -consagrada como un derecho en su constitución- también está en medio de un debate emocional y divisivo sobre el significado de estas palabras, que dan a sus ciudadanos el derecho a poseer armas. Lo que también, en opinión de muchos críticos, ha ayudado a marcar el comienzo de una cultura que ve a su propia gente morir asesinada a manos de ciudadanos armados, más que en cualquier otro país de altos ingresos en el mundo. Las muertes relacionadas con armas ocurren en circunstancias trágicas alrededor de todo el país a diario: “más de 1.800 personas murieron por armas de fuego solo en 2017”, según Gun Violence Archive, un grupo sin ánimo de lucro.

Pero a menudo se trata de tiroteos masivos que reavivan el debate sobre el control de armas en Estados Unidos y que resaltan su posición como un caso atípico mundial. Mientras no se haga una revisión al ‘derecho’ de tener armas sin delimitar ni restringir a quien o a quienes se las vende, seguiremos viendo noticias de masacres en escuelas, colegios, lugares de diversión e intrafamiliares, con víctimas inocentes.

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