Ley de Comunicación

César Sandoya Valdiviezo

Por iniciativa de la Carrera de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Loja se viene trabajando en una propuesta que contribuya al gran debate nacional sobre las reformas a la Ley Orgánica de Comunicación, que fue aprobada hace 4 años y que recibió una serie de críticas desde el momento mismo en que se analizaba en la Asamblea Nacional.

Relatorías de la libertad de expresión y de prensa; Reporteros sin Fronteras, Comité de Protección de Periodistas, Sociedad Interamericana de Prensa y prestigiosos medios de comunicación del país y del mundo; así como organismos defensores de los derechos humanos se opusieron a una ley que coarte la libertad de expresión.

Desde que el actual Presidente de la República, Lenin Moreno, terciaba en las elecciones como candidato ya se pronunció a favor de reformar la Ley de Comunicación. Ahora como primer mandatario llamó a los medios de comunicación a que, mediante el diálogo, logren un consenso para que puedan presentar las observaciones que consideren pertinentes ante la Asamblea Nacional.

Todas las voces apuntan a la necesidad de una reforma a la Ley de Comunicación, sustituir a un cuerpo legal sancionador por un regulador, con el fin de que no intimide ni amenace el oficio periodístico ni a los medios de comunicación que practican un periodismo independiente, investigativo… El propio presidente Moreno ha dicho que la Ley de Comunicación no debe ser sancionadora, sino orientadora, educadora y promotora de derechos a las personas para manifestarse de manera libre.

La propuesta de la Carrera de Comunicación se gesta desde la participación de los estudiantes, docentes y autoridades, quienes, a través de entrevistas y conversatorios realizados a varios protagonistas de la comunicación, vienen armando una propuesta final que será remitida la tercera semana de julio a la Asamblea Nacional y a la propia Presidencia de la República para su respectivo análisis.

Sin duda que reformar la Ley de Comunicación es urgente. Aún pululan aficionados al periodismo que de forma irresponsable practican el linchamiento mediático sin ningún pudor. Y continúan casos de periodistas que son despedidos de su trabajo por presiones políticas. (O)