Hambre en el mundo

OMAR VALENCIA SILVA

Crece el hambre en el mundo de manera impresionante, porque, según informes de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) son 870 millones de personas que sufren este grave mal. Lo peor de todo es que en las ciudades grandes se desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos, ya el papa Francisco hace varios meses manifestó que con toda la comida que se vota se podría alimentar a todos los hambrientos del orbe.

Además, esta situación viene desde hace tres años, lo que significa que nadie está tomando conciencia y no hay quién aporte soluciones viables a esta situación que afecta a países del África, algunos asiáticos y también de la América Latina. Lo más triste de todo es que esta calamidad mata muchos niños que recién empiezan a ver la vida y calculan que 6 millones de estas criaturas mueren.

Combatir el hambre y la desnutrición es una tarea que debe empezar desde ya en todas las órbitas del poder y llegar primeramente al sector campesino con nuevas innovaciones y técnicas para hacer más productivo al sector agro-ganadero y evitar que nunca falten los alimentos básicamente en los países que haya más hambre. A todo esto hay que agregar que haya una red de distribución de los productos para evitar la intermediación al máximo posible para que los productos no suban mucho.

Igualmente, la transferencia de tecnologías apropiadas, semillas mejoradas, insumos agrícolas baratos y limpios que no dañen la naturaleza. Invertir mucho en la educación del sector ganadero y agricultor con escuelas politécnicas, arreglar los caminos vecinales, salubridad en todas sus áreas y lograr parcelas donde sus propietarios tengan magníficas oportunidades para crecer y ser eficientes.

Por otro lado hace varios días escribí aquí en Diario La Hora que hay muchos insectos comestibles que se pueden criar en muchas zonas y así se tienen otras alternativas nutritivas y poco a poco la gente va aprendiendo, que esta maravillosa naturaleza manejándola con sabiduría, puede dar alimentación a miles de personas.

También instruir a los dueños de las parcelas a instalar en sus propiedades zoo-criaderos para producir ricas carnes de monte que en muchos lugares están en proceso de extinción y antes de que desaparezcan se puedan criar y así habrá más alimentación y mejor calidad de vida. Combatir el hambre debe ser la prioridad número uno de jefes de estado, empresarios, políticos, organismos internacionales, ONG’s y demás asociaciones ligadas con esta temática y entender que esta lucha debe ser de todos.

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