Moralmente hay mucho por cambiar

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) hizo público los resultados de un estudio sobre la discriminación contra los venezolanos en el país. El 98% manifestó sufrir discriminación por su nacionalidad. El 88,7% de los que consiguieron un empleo formal o informal dijeron ganar menos de un salario básico. Porcentajes que develan una dolorosa realidad que es necesario cambiar con urgencia.

La OIM entrevistó a 1.953 venezolanos en Huaquillas, en la frontera sur; Rumichaca y San Miguel, en la norte, además de Quito, Manta y Guayaquil. Son datos que obligan a la reflexión porque reflejan sentimiento de xenofobia, intolerancia y un nacionalismo dogmático intolerables en Ecuador, que no se comparecen con su propia historia en cuanto a migración desde la fundación misma de la república.

Debemos pensar en la acogida que dieron otros países a nuestros compatriotas, incluyendo Venezuela, en varios períodos de nuestra historia. La tercera o cuarta “ciudad” ecuatoriana en población no está en nuestro territorio, sino en Nueva York, y grandes comunidades ecuatorianas se ubican en Miami, California, Chicago o Madrid. No hay familia ecuatoriana que no tenga algún familiar en el exterior.

Hace 18 años, la ONU proclamó el de hoy como Día Internacional del Migrante, en aras de defender los Derechos Humanos de quienes por razones políticas, de seguridad, económicas y religiosas se ven obligados a abandonar su tierra de origen. El caso venezolano es, en el contexto continental, el más complejo y doloroso desde los tiempos de las dictaduras de fines del siglo pasado. Moralmente hay mucho por cambiar en nuestra sociedad.


Una llave de oro abre todas las cerraduras”. Christoph Wieland Escritor alemán (1733-1813)El dinero es la tarjeta de crédito de los pobres”. Herbert Marshall McLuhan Comunicólogo canadiense (1911-1980)