La herencia de Solca

SHAKESPEARE ABARCA CÓRDOVA

El Presidente de Solca Quito debió recurrir a una desesperada declaración pública, para informar que a partir del 1 de enero de 2019, se suspenderá la atención de unos 9.000 pacientes derivados del IESS con diversos tipos de cáncer, a causa de la deuda acumulada por cerca de 50 millones de dólares que mantiene el Seguro Social por las prestaciones médicas brindadas a sus afiliados. Solca inició los reclamos por esta deuda a inicios de 2011 sin recibir respuesta alguna; justamente a la mitad de la década robada, época de la metida de mano a los fondos del IESS por parte del gobierno de Correa, negándole el 40% que por Ley el Estado debía aportar a la seguridad social de los ecuatorianos, de la cual las prestaciones relativas a salud son prioritarias.

El Decreto que torpemente borró ese porcentaje de las cuentas del IESS, lo justificaban explicando que el IESS no lo necesitaba y si en algún momento lo requería sería cubierto, cosa que nunca sucedió y hoy está pasándonos factura; recordemos que en la década robada se desató un irracional hostigamiento contra Solca, asfixiándola económicamente a fin de justificar el afán gobiernista de tomarse Solca, todos tenemos claro el bajo nivel al que llegaron las instituciones que el correato manejó y que finalmente terminaron quebrando; en ese sentido, la delicada y valiosa labor que de manera altruista y eficiente desempeña Solca, hizo que se mantenga lejos de las garras del correato, pues, la experiencia y el enorme servicio de Solca en su lucha contra el flagelo del cáncer, no podían ni pueden subestimarse.

Se busca volver al esquema directo con el que recibía los recursos y que funcionaba antes del gobierno de Correa. A la entidad le inquietan otros tres temas: La exclusión de medicinas insustituibles que ellos entregan a sus pacientes y que no están en el cuadro básico; que los estén eliminando del Consejo Nacional de Salud y la creación de una Central de Abastecimiento de Medicamentos; es decir, el Ministerio de Salud centraliza la compra de las medicinas y ellos terminan decidiendo lo que hay que recetar. Esa es la herencia del autoexiliado para Solca; nos robaron el dinero, la tranquilidad y hasta la esperanza de vida. La experticia y eficiencia que por años ha demostrado Solca en tratamientos anticancerígenos curativos y paliativos a la población económicamente deprimida, es insustituible.

mailto:[email protected]