Más deslaves en Alóag-Santo Domingo

Espera. Varios carros no pudieron continuar su viaje por el deslizamiento ocurrido.
Espera. Varios carros no pudieron continuar su viaje por el deslizamiento ocurrido.

Cerca de 10.000 metros cúbicos de tierra y roca fracturada cayeron sobre la calzada de la E25, red estatal que conecta las regiones de la Costa y Sierra del país. El deslizamiento ocurrió aproximadamente a las 03:00 de ayer y anegó los dos carriles de esta transitada vía.

Un aproximado de 1.000 vehículos, en su mayoría pesados, interrumpieron su viaje por alrededor cinco horas. A eso de las 08:00 la maquinaria habilitó un carril para la evacuación de esos automotores, sin embargo, los que habían esperado en Tandapi y Alluriquín no pudieron cruzar y debieron esperar todo el día.

Cristhian Monroy, fiscalizador de la vía Alóag-Santo Domingo por parte de la Prefectura de Pichincha, dijo que este es el primer deslave de gran magnitud que se presenta en 2019 y que se produce por consecuencias de las lluvias.

“Es una réplica tres veces más grande al derrumbe del sábado. El agua escurre el limo de las piedras y por eso se deslizan con gran facilidad”, explicó el Fiscalizador.

Intervención

A pesar de las condiciones climáticas en el sitio afectado, operaron tres excavadoras, dos cargadoras, 33 volquetas y un tractor. Las tareas no fueron fáciles, sobre todo en los momentos cuando la lluvia incrementaba su intensidad.

Muchas personas sortearon el peligro con la finalidad de llegar a su destino en el menor tiempo posible. Martha Alvarado, quería llegar a su natal Esmeraldas y por eso pagó cinco dólares para que una camioneta la trasladara hasta el kilómetro 68.

“Haciendo trasbordo era la única forma de llegar a mi ciudad. Me sale más caro, pero tampoco me podía quedar estancada en la Sierra”, expresó la viajera.

Mientras, la preocupación invadía a Alexis Nogales, porque el tiempo transcurría y la guía para movilizar la carga estaba a punto de caducar. Él transportaba madera y su viaje se vio interrumpido a causa del evento natural. “Nadie puede imaginar esto, calculaba estar a las 12:00 en Quito y fue imposible”, comentó.

Tuvo que resignarse

Carlos Sánchez, transportaba trigo en un tráiler y fue uno de los tantos conductores que no pudieron pasar el tramo afectado. Al ver el reloj ya se resignada a permanecer un día más en Quito, situación que le representaba pérdidas económicas.

“Así me den paso en este momento ya no me descargan en la empresa, porque llegaría muy tarde. Esperar hasta mañana significa que pierdo un día de trabajo”, manifestó el trailero.

La vía Calacalí-La Independencia-Quito fue utilizada por centenares de choferes de vehículos pequeños y buses de la transportación interprovincial. Sin embargo, muchos conductores de carros extra pesados optaron por esperar la reapertura de la Alóag-Santo Domingo “por Los Bancos es muy estrecho y eso incrementa el peligro para nosotros”, manifestó Julio Castro, trailero. (JD)

Casos lamentable

En la temporada invernal es común que se generen deslizamientos de tierra, eventos que en varias ocasiones han dejado pérdidas de vidas humanas.

Por ejemplo, en marzo de 2015 seis personas murieron por un derrumbe en el kilómetro 28; en el abril de 2016 un obrero falleció cuando le cayó un talud en el kilómetro 62.

En lo que va de 2019 se ha registrado un aproximado de 40 derrumbes leves que han interrumpido cunetas. Mas, el del sábado y el de ayer son los de mayor escala.

Voz

“Trabajar con lluvia es peligroso. Cuando recibimos la alerta dimos prioridad a evacuar los vehículos, ahora nuestro enfoque es limpiar la calzada”. Cristhian Monroy, Fiscalizador de la Prefectura de Pichincha