Vehículos encunetados, daños en las carrocerías y taponamiento del ducto, son parte de las denuncias de los moradores de las calles El Oro y Galápagos, en el norte de la ciudad de Esmeraldas, donde la falta de rejillas en la vía principal, les ha generado molestias tanto a los conductores como a los residentes de la zona.
Ibo López Segura, habitante del lugar por más de 50 años, cuenta que los fierros de las rejas que cubren un conducto de aguas lluvias en el centro de la vía, eran dañados por el peso de las volquetas que transitaban hasta la parte alta de la calle, y que también muchos de los ‘chamberos’ al ver sueltas las piezas, se las iban llevando.
Conductos taponados
“Yo llevo viviendo aquí hace más de dos años y nunca vi esas rejas”, precisa Cristel Caicedo, ante la pregunta de cuánto tiempo persiste el problema.
Además, con las fuertes lluvias que se registran en la provincia, el corrimiento de tierra tapona los conductos al no tener el material que se lo impida, por lo que la madre de familia, solicita que la autoridad correspondiente se acerque a colocar unas nuevas.
Por ahora, la otra mitad de la vía que aún conserva el recubrimiento metálico, es utilizada con precaución por los taxistas y conductores de camiones, quienes deben circular por allí, para abastecer a las tiendas o llevar a los pasajeros hasta sus lugares de destino.