Desde 2009 los jóvenes realizan gestiones humanitarias. La beneficiada no recibe el bono de desarrollo humano.
Con una caminadora, una funda de víveres y con alegría en sus rostros, fueron llegando al domicilio de Mariela Mejía Vélez, de 73 años, los socios del Centro de Juventudes de Esmeraldas (CJE) y locutores del primer programa radial juvenil La Calle Habla.
Su misión, además de proveerle una oportunidad de caminar nuevamente a Mariela, fue el de llevarle un momento de compañía y alegría, debido a que la adulta mayor por años vive sola en el sector de la Tolita 1 al sur de la ciudad de Esmeraldas.
El apoyo que no recibe de sus seis hijos, sumado al no poder movilizarse con agilidad, le generaba accidentes que ponían en riesgo su salud, sin embargo, siempre contó con el amor de sus vecinos quienes han colaborado con varias de los objetos que mantiene dentro de su hogar.
Jessenia Mieles, vecina de la beneficiada, llamó a los teléfonos de la radio donde se emite el programa juvenil y explicó el caso, el mismo que fue contestado por sus integrantes, quienes no dudaron en contribuir a la noble causa.
Ayuda
La gestión humanitaria de los jóvenes, recayó en la contribución de sus propios integrantes, así como en el Organismo de Voluntariado para la Cooperación Internacional (OVCI) de Italia, quien donó la caminadora a la dulce anciana.
Darío Robinzón, director de La Calle Habla, precisó que el público les informa de estos casos críticos a través de sus cuentas oficiales en Facebook e Instagram y luego toman contacto con los familiares o vecinos del posible beneficiado, procediendo a realizar una visita técnica para saber sus necesidades y en qué condiciones habita.
“Es lamentable que esta señora tenga muchos años viviendo sola, aun teniendo hijos y que estos no se preocupen de ella, nos comentaba que hay días que no come ya que no cuenta con el apoyo de sus hijos y no tiene el Bono de Desarrollo Humano”, indicó Óscar Mera Palacios, presidente del Centro de Juventudes de Esmeraldas.
Más ayuda
El programa radial que viene realizando labores sociales desde el 2009, contribuye con las personas adultas mayores y personas con diferentes discapacidades. El objetivo fundamental para ellos, es generar un cambio en la sociedad, en el que todos se den la mano.
Al finalizar, Mariela empezó a andar por los pasillos de su vivienda compartiendo con sus invitados algunos de sus momentos más felices y que aquel brindado por los jóvenes sería uno que quedaría grabado en su mente.
“Quienes deseen contribuir a esta noble causa pueden encontrarnos en nuestro programa o llegar hasta la vivienda de la señora, porque sabemos que se lo agradecerá”, concluyó Darío Robinzón.