La educación está con problemas. Es el único punto convergente entre la trilogía educativa: profesores, padres de familia y estudiantes. Los educandos que no aprobaron el año lectivo durante los 200 días de clases, dejaron en evidencia un problema interno.
Leonela González, profesora de Lengua y Literatura, resume la problemática de forma simple: “si alguien no cumple su rol, nada funciona correctamente”. Está convencida que los problemas familiares aterrizan agresivamente en el salón de clases y da ejemplos.
Un alumno que vive con padres analfabetos que tienen problemas de conducta (drogas, alcoholismo o vicios de juegos de azar) y alejado del aprendizaje de sus hijos, el joven termina con agresividad y con quemeimportismo a la educación. “Es urgente la creación de escuelas para padres. ¡Urgente!”, plantea como alternativa.
Tres oportunidades
Su colega Joffre Orellana, encargado del Bachillerato Técnico Productivo de la Unidad Educativa ‘Roberto Luis Cervantes’ de Esmeraldas, apoya la idea de tener escuelas para padres, pero advierte en buscar la metodología que no incida en más carga laboral para el docente.
Ellos se quejan de la imposición ministerial de elaborar informes quimestrales y anuales de los alumnos, especialmente de los que tienen menos de siete puntos en el quimestre que es la base académica. En una de la matriz deben colocar las causas, plan de mejoras, la comunicación hecha al padre de familia y calificación.
En ese punto, la falencia queda evidenciada en los que se quedaron para las clases de supletorio, remedial y examen de gracia que se le otorga al estudiante para que no repruebe el año lectivo, o sea, el Ministerio de Educación le da tres oportunidades para aprobar.
Cifras de unidades educativas de Esmeraldas revelan que el 80, 60, 50 y 43% de sus alumnos no aprobaron con los 14 puntos mínimos requeridos. En otrora, la base para aprobar era de 40 puntos en tres trimestres.
Toman previsiones
En la Unidad Educativa ‘21 de Septiembre’ tomaron las previsiones y solo el 27% de la básica superior (de octavo a tercero de bachillerato) están en la lista de los reprobados.
“El Ministerio de Educación dispuso aumentar 30 minutos diario en nuestro horario, ese tiempo se lo utilizó para la recuperación pedagógica de los alumnos que tenían menos de 7”, explica la estrategia académica, la rectora encargada Patricia Bone González, quien resalta que de 67 alumnos de tercero de Bachillerato, solo cuatro están para el examen supletorio.
VOZ
“Se dice que el estudiante no puede perder el año, eso es mentira. Con los informes pertinentes, de ser el caso, no será promovido”. Patricia Bone González, Rectora encargada de la Unidad Educativa ‘21 de Septiembre’.
Título: Propuestas
¿Qué opinan los estudiantes?
Las voces de los estudiantes con la de sus dirigentes no coinciden al 100%. Los alumnos piensan que el problema académico está en la forma en que reciben clases, la califican como aburrida, alejada de la tecnología y en ocasiones represiva, por la actitud de ciertos profesores durante la enseñanza.
Para el presidente de Federación de Estudiantes Secundarios de Ecuador (FESE) sede Esmeraldas, Julio Lastra, la deficiencia académica nace porque no cuentan con el número de profesores; porque el Estado destina el 3.7% del Producto Interno Bruto (PIB) cuando lo correcto es seis.
“El correísmo enfermó a los estudiantes, les permitió, incluso, portar droga que les llevó a la drogadicción”, criticó el dirigente, quien propone que se aplique un plan de seguridad más estricto en los centros educativos.
La FESE también busca que la prueba ‘Ser Bachiller’ no represente el 30%, sino máximo un 10%, debido a que no acceder a la Universidad en la fecha y especialidad deseada, llevaría a los adolescentes a buscar alternativas negativas fuera del sector educativo.
Cambios
‘Que se despolitice a la educación’
Para la presidenta de Unión Nacional de Educadores (UNE) de la provincia de Esmeraldas, Jaquelín Méndez, uno de los factores principales para que haya bajado la calidad educativa, es que las políticas aplicadas no serían las correctas.
Critica los informes quimestrales y anuales que deben realizar, asegurando que eso les quita tiempo para ejercer el verdadero rol del profesor que es enseñar en el salón de clase. Cree que de eso debería encargarse una secretaria institucional.
Otra de las falencias es la falta de profesores, que obliga a maestros de Matemáticas, por ejemplo, a dar clases de Inglés. “Al no enviar tareas a casa se le quitó responsabilidad al padre de familia; además, el estudiante le perdió el respeto al maestro”, detalla Méndez, y propone que se retomen asignaturas como Ética y Cívica.
La dirigenta considera que es momento de revalorar al docente, debido a que los acosos laborales, destituciones a compañeros y sobrecarga laboral, agresiones de estudiantes están también influyendo en la baja calidad educativa y pedido de renuncia.
Título: Ministerio
‘Matricular al estudiante no lo es todo’
El director distrital de Educación de Esmeraldas, Cristian Molina Cervantes, califica como alarmante la cantidad (no reveló cifras) de alumnos no aprobados directamente durante el año lectivo.
Cree que gran parte de culpa la tiene el padre de familia. “Es penoso, pero muchos padres de familia creen que matricular al estudiante lo es todo, eso no es así”, analiza y como alternativa, basado en una propuesta que nació en la Unidad Educativa ‘Nelson Ortiz Stefanuto’, se crearán las escuelas para padres.
Legalmente -reconoce- no pueden obligar al profesor a impartir esas clases, pero busca que los tutores dentro de su empoderamiento ayuden en ese punto, para evitar más el deterioro de la trilogía educativa: profesores, padres de familia y estudiantes.
Frente a la falta de profesores, Molina adelanta que se solucionará esa problemática, pero no precisó si será al 100% durante el nuevo año lectivo.
Padres
Apoyo para los padres
Padres de familia coinciden que gran parte de la deficiencia educativa nace de ellos. Asumen que no acuden siempre al llamado de los profesores para ver el rendimiento de sus hijos, pero critican que algunos tutores no apliquen la metodología correcta para la enseñanza e incluso, que se tornan iguales o más agresivos que los estudiantes.
“Ellos (profesores) son los preparados y deben saber cómo educar a nuestros hijos, nosotros hacemos nuestra parte en casa”, comentó una madre que omitió su nombre y reconoció que se ha dejado mucho tiempo solo al estudiante durante su formación.