Emprendedores entre errores, pedido de créditos y perseverancia

EMPRENDER. Entre los errores comunes de los productores, es no agregar valor al producto, lo que les genera pérdidas.
EMPRENDER. Entre los errores comunes de los productores, es no agregar valor al producto, lo que les genera pérdidas.

Generar un estudio de mercado y priorizar gastos, son parte de las estrategias a seguir antes de avanzar.

Hace algunos años, Mayra Banguera junto a sus socios, empezaron la idea de ofertar el cacao 100% orgánico, fino de aroma en polvo a la ciudadanía y aquel valor agregado que colocaron sobre su producto, conllevó a que este se posicionara rápidamente y consiguiera resultados.

Sin embargo, detrás de ello se escondió un proceso de mercado, de establecimiento de marca y caídas, que debieron resolver conforme como iban avanzando.

La Seyva, es reconocida actualmente, su representante administrativa, Mayra Banguera, cuenta que lo más difícil, además de iniciar, son los trámites, la obtención del registro sanitario, el certificado de la Arcsa, la semaforización y el financiamiento, que debe ser priorizado para no cometer errores durante el camino al ascenso.

Esfuerzo, tiempo y dinero

Para Banguera, el proceso demandó esfuerzo, tiempo y dinero, por lo que siente que muchos emprendedores deben tener clara la idea antes de iniciar en un emprendimiento.

Jesús Aranguren, director de Ciencia, Tecnología e Innovación de Saberes Ancestrales, de la coordinación Zonal 1 y 2 de la Senescyt, explicó que uno de los errores más comunes es emprender con el producto primario.

Esa recomendación tan simple, es invisibilizada por muchos, por lo que agregar valor a la idea generaría un mayor rendimiento del producto. Aranguren, habla de ejemplos como la miel procesada, cocada con chocolate, entre otros, los cuales generan más ingresos.

Además, agrega otra falta, como es el desconocimiento de la cadena de comercialización, de la que los productores no deben quedarse solo en su área, sino visualizar un campo mucho más amplio.

Medir necesidades

Por su parte, Luis Zambrano, coordinador de Emprendimientos Territoriales del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, para Manabí y Esmeraldas, precisa que otro de los inconvenientes se basa en que las personas se dedican mucho al producto y no van al mercado a medir cuáles son las necesidades o gustos de los clientes.

“Las ideas se están haciendo al gusto del productor, pero hay que entender que el productor no es necesariamente quien va a comprar el producto, entonces hay que acercarse y ver el gusto de los consumidores”, detalló el profesional, quien tuvo muchos casos parecidos.

De la misma forma, cree en agregarle un valor al producto y conocer si este cumple las necesidades para las que fue concebido, pero, sobre todo, si las personas pagarían por él.

¿Qué pasa con los créditos?

Luis Zambrano, aconseja a los emprendedores que si no tienen un proyecto en firme y probado en el mercado, lo mejor es no endeudarse, pero si lo obtienen destinar el dinero para cada acción y evaluar cuánto va a aportar el gasto que realizarán para sacar adelante al producto.

“Lo otro que recomendamos es que no inviertan en maquinaria, sino que saquen un prototipo de producto y cuando les digan esto me gusta y yo estoy dispuesto a pagar, automáticamente pueden empezar a construir, porque lo que estamos haciendo es al revés, compramos máquinas, hacemos un producto y cuando sale este no pega”, recomendó Zambrano.

¿Qué se busca ahora?

Jesús Aranguren, genera una expectativa entre los emprendedores y analiza mercados nacionales e internacionales, dejando en evidencia que lo que se busca se basa en productos de sellos verdes, es decir, aquellos que vienen de una agricultura amigable con el ambiente, aplicando temas de agroecología.

“Eso es lo que en el mercado internacional busca ahora, en nuestro país, por ejemplo en Quito, se vende los productos verdes a un mayor precio, no mucho, pero sí más alto”, manifestó Aranguren.