Nueve mamás subsisten de la confección de prendas de vestir

ENTREGA. Siete mamás cosiendo prendas de vestir se ganan el pan de cada día. Están agrupadas en Aso-proesme.
ENTREGA. Siete mamás cosiendo prendas de vestir se ganan el pan de cada día. Están agrupadas en Aso-proesme.

Estar organizadas ha sido fundamental para que tengan una fuente de trabajo.

Veinticinco máquinas, entre de coser, overlock, costura recta, recubridoras, elasticadoras, tijeras, mesas, tizas, entre otras, son las herramientas aliadas de nueve mamás que cosiendo prendas de vestir se ganan la vida.

Las costureras, madres solteras, víctimas de violencia intrafamiliar con discapacidad y otras problemáticas, confeccionan uniformes institucionales, escolares, trajes de gala, juegos de sábanas, cortinas, forros para sillas, ropa casual, entre muchas prendas más.

Las agremiadas en la Asociación de Mujeres Textileras-Esmeraldas, ‘Manos Productivas ‘(Asoproesme) tienen ubicado su taller en la ciudadela La Concordia, ingresando por la entrada principal al fondo del mencionado sector. Los horarios de atención son de lunes a sábado de 09:00 a 17:00.

Proceso de formación

Estas emprendedoras mujeres no estudiaron en una academia artesanal de Corte y Confección, pero cosen hermosas prendas de vestir, porque en ese oficio llevan algunos años, luego de un proceso de capacitación.

Ellas, todas con una paciencia increíble, con el mismo tono de voz afable y actitud positiva, confeccionan toda clase de prendas de vestir para niños, grandes y adultos, a precios módicos. A pesar de que no cuentan con una capacitación especializada en la rama de confección, cosen como todas una profesionales, con buenos acabados.

A pesar de que las nueve mujeres no son familia, la convivencia es en armonía, por lo que en el taller pasan todo el día, incluso, hasta almuerzan. Mucho más aún cuando tienen contratos grandes de costura, trabajan hasta los domingos y altas horas de la noche.

Hechos con amor

La administradora de la Asociación, Catalina Valencia, manifestó que sus compañeras de labores, cada día le ponen ganas para sacar adelante el negocio que les permite enfrentar las necesidades de sus hogares, porque son madres y ‘padres’ para sus hijos.

Doris Cuero Mina, de 50 años, una de las textileras, madre de cinco hijos, cuatro mayores y una menor de edad, dijo que todo lo que hace lo re4aliza con amor, porque es lo que siempre quiso ser, una buena costurera. Además, que con lo que gana paga las necesidades del hogar.

Lenis Obando, de 50 años, una de las fundadoras de la organización, dijo que coser la entretiene, mucho mejor si son modelos atractivos; ama ese trabajo y lo seguirá haciendo hasta que tenga fuerzas, porque le gusta atender a sus clientes y se siente bien acompañada de las otras damas, a las que considera como una familia.

Catalina Valencia,

Administradora del grupo.

“En nuestro gremio recibimos a mujeres que tienen ese deseo de superación y buscan el cambio de vida para su familia”.

Doris Cuero Mina,

Costurera.

“Hago un llamado a las mujeres que aún están esperando un trabajo en una institución pública que es difícil, que tomen la decisión de aprender un oficio y su vida les cambiará”.