Absurdo gigantesco

FAUSTO MERINO MANCHERNO

Hay tareas que una urgente Asamblea Constituyente debe abordar. 80.000 candidatos pertenecientes a 276 organizaciones políticas registradas en el Consejo Nacional Electoral, es una monstruosidad a corregirse. No es lógico ni racional que “haciendo honor a la democracia” cualquier ciudadano pueda ser elegido como candidato, cumpliendo requisitos básicos como tener al menos 18 años de edad, residir en el lugar de la elección, no deber pensiones alimenticias ni haber sido ejecutoriando con alguna sentencia. No se solicita ningún historial académico, ni siquiera de la escolaridad o el bachillerato cumplidos.

Cualquier “perico de los palotes” se cree con derecho a ser candidato sin cumplir mínimas condiciones de idoneidad, trasparencia, hoja de vida y preparación. ¿Es que la gran cantidad de candidatos refleja en realidad el desborde de la emoción y la energía para realizar obras de beneficio popular, con transparencia y honorabilidad? ¿O es que el afán de poder y vivo deseo de esquilmar los recursos públicos, acelera la energía para propiciarse un cargo de elección popular? Esto último explicaría la enorme cantidad de dinero gastado en la propaganda, con el afán de recuperarlo con creces una vez ascendidos al poder.

Pero el galimatías o embrollo mayúsculo se complica, con la elección de siete miembros (tres varones, tres mujeres y un representante de las minorías étnicas) para integrar el nuevo Consejo de Participación Ciudadano y Control Social (Cpccs), fantoche creado por la Asamblea correísta de Montecristi, capaz de elegir a las principales autoridades de control financiero, electoral y judicial del Estado. De los 43 elegidos por el CNE, los ecuatorianos tendremos que escoger. Yo conozco solo el historial de tres. ¿Y el ciudadano común conocerá del historial de honradez y capacidad de los siete principales y siete suplentes a elegirse? ¿O habrá que elegir diciendo “de tin marín de do pingüé, cuca la meca que ella fue”, para salir del embrollo?

Habrá tres papeletas para el mencionado Consejo, una para prefectos, otra para alcaldes, otra para concejales urbanos, otra más para concejales rurales y una última para las juntas parroquiales. En total, 8 papeletas. No sorprenderá el número de votos nulos.