¿Estamos preparados?

MA. ALEJANDRA SALAZAR MURRIETA

A finales del mes diciembre del año 2018, empezó a denotarse lo que parecería sería un terrible invierno. En lo que va de este mes de marzo, lluvias esporádicas acompañadas de un intenso calor, es lo que hasta ahora ha habido en nuestra ciudad.

A pesar de ello, me invade un profundo pesar, al ver a poblaciones cercanas a la nuestra, sumidas bajo el agua, es cierto modo un preludio de lo que puede ocurrirnos de darse las lluvias con mayor intensidad y durante varios días. Viendo esta situación, me pregunto: será que los esmeraldeños estamos preparados para soportar el un fuerte invierno, como aquel que los expertos en clima, vienen prediciendo.

En enero del 2016, nuestra ciudad se vio anegada producto de aquello que se suele llamar la tormenta perfecta, lluvias fuertes y marea alta. En pocas horas, sectores bajos como las riveras del Río se encontraron bajo el agua, al igual que zonas urbanas como el barrio La Propicia. Hubo pérdidas materiales y un sinnúmero de damnificados, muchos de ellos que actualmente siguen clamando por ayuda.

Sí, según los expertos, advierten la llegada de un posible fenómeno del niño, no debería estar ya nuestra ciudad, trabajando en protocolos de emergencia e incluso revisando si los albergues con que cuenta la ciudad están en condiciones de dar cabida a la población.

Qué medidas se están tomando, para precautelar a la ciudadanía y a los bienes. No está de más recordar el viejo y conocido refrán que cita: “Cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar”.

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