Sui generis elecciones

Hoy asistimos a las primeras votaciones que luego de más de diez años las percibimos en un ambiente donde se respira equidad y democracia, con el gran ejemplo ético del presidente Moreno de no intervenir a favor de ningún partido; la imparcialidad que ha venido practicando es una muestra de aquello, un gran ejemplo de ética que debería ser replicado por otros actores políticos que descaradamente apoyan a candidatos de su conveniencia abusando del cargo que el pueblo les confió y seguramente siguiendo la cátedra que sobre esta forma de abuso del poder el autoexiliado impartió en la década pasada.

Estas elecciones son las de mayor número de candidatos de la historia, una avalancha que a nivel nacional superan los 80.000 provenientes de casi 300 actores políticos entre partidos y movimientos, que van desde el nivel nacional hasta el parroquial. Esa gran atomización partidista y la masiva cantidad de candidatos, puede verse como progreso en la democracia; pero no es la mejor forma de fortalecer un sistema democrático, pues lo que hace es debilitarlo, debido al gran nivel de confusión que esto genera entre los electores, coartando la posibilidad de una coherente y adecuada decisión, pero no sólo eso, también crea una sobrecarga de trabajo en los vocales de las juntas receptoras delvoto y una situación de caos en el conteo y consignación de resultados de las urnas, que obviamente disminuye la objetividad, precisión y exactitud de los resultados.

Son más de 81 millones de papeletas las que tuvieron que imprimirse para estas elecciones, toneladas de papel que una vez pasadas las elecciones se convertirán en basura; esa enorme utilización de papel va en contra de un trato amigable a la naturaleza, por cada tonelada de papel se ha calculado que se necesitan entre 12 y 15 árboles de mediano y gran tamaño, bueno sería que se recicle todo el papel utilizado. Por tanto, creemos se hace necesario revisar los excesivamente flexibles requisitos para formar movimientos políticos, que salvo en honrosas excepciones buscan mejorar las condiciones de vida de sus electores y además tienen idea de cómo hacerlo; el resto lo que aspira es aprovechar los recursos que el Estado asigna para la campaña y vivir su minuto de popularidad; son cerca de 40 millones de dólares los que se destinan para este fin.

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