Excesivo protocolo acabó con actividades cívicas

Minuto cívico es una propuesta que involucraba a las instituciones educativas, en donde el personal policial cada lunes realizaba la formación y cantaba el Himno Nacional, en pro de rescatar los valores cívicos y morales. Al día de hoy, aquello ha dejado de ejecutarse pese a que existe un Acuerdo Interinstitucional, pues estuvo siempre comprendido tan solo como una actividad, más no como un proyecto.

Un trabajo similar, se comprendió entre las pugnas inter estudiantiles, cuando en el año 2015, instituciones como el 5 de Agosto, el Fausto Molina, el Luis Tello y el Daniel Comboni, tenían los índices más altos de violencia estudiantil, por lo que la policía comunitaria lideró una actividad para frenar las disputas.

“Habían grescas muy fuertes, hasta piedras se lanzaban”, recuerda Hilario Gómez, padre de familia. Asimismo Dayana Mindiola, debió cambiar a su hijo de una de estas instituciones, por el peligro que representaba continuar en esos centros de estudios.

Prevención

Capacitaciones, involucramiento de los jóvenes y al final un ciclo paseo entre estudiantes de las diversas unidades educativas, redujo la violencia. 300 estudiantes fueron beneficiados y en la actualidad se han dejado de escuchar las peleas, no obstante, siempre se precisa mantener el margen de la prevención.

En el presente, tres sub-circuitos, Aire Libre, Colectiva Uno y La Guacharaca, trabajan en un proyecto al que le han denominado ‘Yo vivo un ambiente de drogas para un futuro de éxito’, intentando que sea viabilizado para la erradicación del consumo y expendio de estupefacientes en los exteriores de los centros educativos.

“Para nosotros es fundamental que no solo quede en actividad sino en proyecto”, apuntan los oficiales de esas localidades, quienes desligan esa tarea a sus altos mandos, quienes deben evaluar los trabajos y considerar si lo mismos pueden ser elevados a proyectos.