Que los juzguen

Julio César Trujillo ya no está físicamente con nosotros, ahora habitará eternamente en el olimpo destinado a los héroes, para contrariedad de sus infames detractores, quienes al verse frustrados continúan dando rienda suelta a su bajeza, utilizando los más groseros epítetos contra quien ellos consideran su imperdonable enemigo, es obvio que así lo califiquen, porque JCT combatió y desmanteló la corrupción y la impunidad reinante en la década de las arbitrariedades.

Estos desubicados sólo continúan lo que sus iguales iniciaron, cuando JCT fue pública y furiosamente vejado por elementos correístas, utilizando peyorativos términos. Los cabecillas de este ataque están absolutamente identificados como Graciela M. y Fausto O. sobre quienes ya la Fiscalía ha iniciado una investigación; la percepción ciudadana es que esa desmesurada agresión fue la causa probable del fallecimiento de JCT.

En algunas entidades públicas aún podemos ver un cartel que cita: «Código Penal. Art. 232.- El que faltare al respeto a cualquier tribunal, corporación, funcionario público, cuando se halle en ejercicio de sus funciones, con palabras, gestos o actos de desprecio, o turbare o interrumpiere el acto en que se halla, será reprimido con prisión de ocho días a un mes» no sé si esté derogado, pero aplicaría plenamente en lo sucedido; no obstante, el Art. 283 del actual COIP es más amplio y con penas más duras.

Pero el Art. 177 de la Constitución, tipifica plenamente los agravios proferidos por los esbirros correístas: “La persona que cometa actos de violencia física o psicológica de odio, contra una o más personas en razón de su nacionalidad, etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo… será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años”.

De hecho, las agresiones a niños y ancianos, en sí mismas, ya son un delito, a más de ser una despreciable cobardía. Castigar este público desafuero es insoslayable, a fin de crear un precedente que limite tales exabruptos. ¡Qué defensa apuran los agresores? Que ya era viejo, que no debía encargársele la función que ostentó, claro si en la década perdida con 50 años ya éramos obsoletos, ¡cómo acumular la sabiduría que la experiencia brinda? Todas las infamias que hasta hoy se vociferan contra JCT son patadas de ahogado, que Correa lanza a través de sus esclavos ideológicos, y será una bofetada para ellos declarar al 19 de mayo como el Día Nacional de lucha contra la Corrupción, en imperecedero ejemplo de honestidad y dignidad a las futuras generaciones.

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