La violencia genera dolor y desintegración familiar

CONSECUENCIAS. El asesinato de una ser querido siempre genera dolor y desintegración familiar. Los dolientes claman justicia.
CONSECUENCIAS. El asesinato de una ser querido siempre genera dolor y desintegración familiar. Los dolientes claman justicia.

Desde el 19 de octubre de 2016, la familia Torres-Vanegas ya no es la misma, pues, ese día fue asesinado a puñaladas y golpes el empresario, maestro universitario y expolítico, Milton Torres Vanegas, en su casa ubicada en la calle Margarita Cortés entre avenida Libertad y la calle Pedro Vicente Maldonado, en la zona norte de la ciudad de Esmeraldas.

Al dolor y sufrimiento de perder a su ser querido, se suma la desintegración familiar. La mamá del ahora fallecido, una señora de 83 años es quien más sufre, dicho dolor la ha enfermado, pues, la tristeza de no tener vivo a su hijo, la consume lentamente.

Eli Torres, hermano de Milton, afirma que el dolor familiar será por siempre. Explica que nada le devolverá a su ser querido, pero mantienen la esperanza que los tres criminales recibieran el castigo correspondiente. Dos de ellos ya están encarcelados, el otro es buscado por la justicia.

Claman justicia

Los esposos, Elián Maffare y Ada Torres, quienes residen en el barrio Isla Piedad, en la ribera del esmeraldas, desde marzo de 2017, también tienen un gran dolor en sus corazones, pues, esa fecha tres delincuentes asesinaron con una pedrada en la cabeza a su único hijo varón, quien está a menos de un mes de graduarse como bachiller.

Pese a su dolor por no tener entre ellos a su hijo, estos padres de familia luchan para que los asesinos reciban la sentencia correspondiente. Dos de ellos están detenidos y uno está prófugo.

“Delincuentes nos quitaron lo más preciado que procreamos como esposo. Nuestro hijo tenía muchos sueños, entre ellos, graduarse y enrolarse en las Fuerzas Armadas o probar suerte en el fútbol, pues, tenía buenas condiciones”, afirma Elián Maffare, padre de adolescente asesinado en 2017, cuyo crimen a un no ha sido resultó.

Un huérfano

En marzo de este año, tres delincuentes mataron a Jonathan Rafael Góngora Ortiz, de 28 años, con dos balazos, familiares de la víctima que dejó un hijo en la orfandad, persisten en el proceso judicial para que los responsables paguen por el delito cometido fue en la puerta de ingresó a la Universidad Técnica de Esmeraldas Luis Vargas Torres.

Los dolientes pese al dolor y sufrimiento de perder a su ser querido, afirman que no desmayaran en el proceso judicial, y piden a las autoridades de justicia aplicar el mayor peso de la Ley a los criminales, pues, según las investigaciones, a Jonathan lo habría asesinado sin motivo alguno.