En 2013 hubo 14.238 partos de menores a los 17 años, mientras que en 2017 la cifra subió a 15.386, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
Ecuador es el segundo país con mayores embarazos adolescentes en el continente, solo después de Venezuela, según el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).
El embarazo en la adolescencia entre los 10 y 19 años ya es un problema de salud pública, que ha tenido una tendencia ascendente en los últimos años, del 78% pasando a ocupar la segunda causa de morbilidad por los riesgos que acarrea, tanto para la madre como para el bebé.
En abril, en el centro de salud tipo C de San Rafael, al sur de la ciudad de Esmeraldas, se atendieron 20 embarazadas, mientras que en mayo 26 casos nuevos de embarazos, en edades de desde 10 hasta 19 años.
30 embarazos mensuales
Es decir, que la tendencia es al alza. El comportamiento del embarazo precoz en el centro de salud tipo C de Las Palmas es similar. Mientras que en el centro de salud No. 2, en el centro de la ciudad, se atiende un promedio mensual de 30.
En Ecuador el delito de violación es sancionado con 19 a 22 años de prisión, establecido en el Código Integral Penal (COIP) en su artículo 171, inciso 3, que es la pena que se aplicaría a la persona que embarace a una niña que tenga menos de 14 años.
“Aunque se argumente como defensa que fue con consentimiento de la menor, se llama violación y debe ser denunciado para que se lo aprese”, expresó el jurisconsulto, Iván Corozo Madrid.
Explicó que esa pena aumentará cuando el agresor es tutora o tutor, representante legal, cuidadora, cuidador o cualquier persona del entorno íntimo de la familia de la víctima, ministro de culto o profesional de la educación o de la salud o cualquier persona que tenga el deber de custodia sobre la víctima.
Tratamiento psicológico
“Por su parte, a la niña-embarazada se la debe someter a un tratamiento psicológico intensivo especializado para intentar borrar las huellas del trauma que se provoca con este tipo de afectación”, refiere Corozo Madrid.
Añadió que cuando la niña es sometida a ese tipo de actos, es porque no ha sido orientada en el hogar para evitar caer en ese tipo de riesgos, salvo el caso que sea a la fuerza.
Ante la problemática, el profesional del Derecho sugiere a los padres de familia, que tengan interrelación permanente con sus hijos, que la mamá se haga amiga de la menor para que le comente lo que está pasando por su vida.
Ello, porque es la única forma ganársela para que le confíe sus cosas, debido a que en muchos casos son otras personas las que saben lo que les pasa a sus hijas, un vecino, una amiga, pero menos la madre.
Trabajen en prevención
Por otra parte, las Mesas Cantonal y Provincial de Género de Esmeraldas, también están trabajando en la prevención del embarazo en adolescentes.
E año anterior se capacitó a 100 estudiantes de las unidades educativas Simón Plata Torres y Walter Quiñonez Sevilla. La mesa Cantonal, con una programación lúdica en diferentes espacios.
En los colegios que tienen más de 500 alumnos donde funcionan los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE), dos veces a la semana el equipo multidisciplinario aborda el tema para reducir las alarmantes cifras de embrazo precoz.
Todas las casas de salud tienen programas para atender a esta población vulnerable, con atención personalizada y le oferta de manera gratuita diferentes métodos de anticoncepción.
Cifras del costo social
del embarazo adolescente
Por primera vez se conocen las cifras de los costos sociales y médicos que se generan por la falta de prevención del embarazo adolescente, mortalidad materna, aborto inseguro y complicaciones obstétricas.
La ‘factura’ es alta, 472,9 millones de dólares pagó el país en 2015. Esta cifra supera en 17 veces el costo de prevención de esos mismos factores: 27,6 millones.
Opinión
profesional
El ginecólogo del hospital general del sur de la ciudad de Esmeraldas, Delfina Torres de Concha, Giordany Padilla Bravo, asegura que el embarazo precoz es un fenómeno multicausal, que no lo pueden enfrentar solos y por eso, a través del Acuerdo Nacional que promueve el gobierno de Lenín Moreno, se incluyó a los ministerios de Educación, de Justicia e Inclusión Social, para abordar el problema desde diferentes aristas, a pesar de que no se lo erradicará.
“Para que una sociedad pueda desarrollarse debe que tener una adolescencia saludable”, refiere Padilla Bravo, añadiendo que para ello se necesita que la población tenga una mejor educación, mejores oportunidades y que sea consciente del problema, recalcando que se lo pude controlar con estrategias multisectoriales.